DOCUMENTACIÓN HALLADA
Todos los que tienen una responsabilidad política, sea en los distintos niveles de gobierno, están empeñados desde hace mucho tiempo en tratar de buscar documentación o indicios que permitan saber la verdad más allá de lo que conocemos hasta el día de hoy, sobre qué sucedió con aquellas personas que fueron secuestradas y no aparecieron hasta el día de hoy, víctimas de una represión jamás vista en la historia política de nuestro país. Llama la atención que en organismos oficiales, como es la Universidad Nacional de Tucumán, recientemente descubrieron en una habitación una cantidad bastante considerable de legajos, fichas, de estudiantes, docentes y no docentes de esa nefasta época, que nunca olvidaremos. La crónica de LA GACETA del 25 de noviembre da cuenta de otro hallazgo de documentación que existía en la cárcel de Tucumán. Pueda ser que ambas documentaciones brinden una luz de esperanza para saber dónde están las personas que nunca regresaron a sus hogares. La pregunta es: a los encargados de esas dependencias, cuya documentación estaba arrumbada supongo en un rincón, porque se trataba de muchos biblioratos sobre las personas arriba aludidas, luego de 24 años de lo que aconteció aun antes de 1976, ¿no les llamó la atención o la curiosidad de qué se trataba, que no era precisamente una colección novelesca de Corín Tellado? Parece que a veces la curiosidad es mala consejera, pero cuando se está a cargo de distintas dependencias y se asumen responsabilidades, hubiesen tenido el tino y la curiosidad de indagar de qué se trataba cada vez que le pasaban el plumero al polvillo acumulado.
José Luis Avignone
Marcos Paz 922
San Miguel de Tucumán
LA SECRETARÍA DE TRABAJO
No quiero generalizar, pero en Tucumán la característica fundamental de los organismos públicos es la desprolijidad, la desorganización. Hablo con conocimiento de causa y por experiencia personal. El 25 de noviembre tenía audiencia laboral con una empresa en la Secretaría de Trabajo. Asistí con antelación a la calle Junín donde esta debía realizarse, pero grande fue mi sorpresa al constatar que allí ya no funcionaba. Pude averiguar dónde era el nuevo domicilio (ni siquiera figuraba un cartel que lo indicara en la ex Secretaría) y tomé un taxi, lo cual generó un costo extra, para poder llegar a la mencionada audiencia en tiempo y forma. Pero como el tucumano “no vive de sorpresas”, al llegar a la calle Crisóstomo Álvarez me di con que las instalaciones estaban aún sin habilitar (no tenía, por ejemplo la instalación eléctrica). La indignación pasa porque jamás me llegó una notificación informándome del cambio de domicilio y encima la ponderada audiencia (ya antes fallida) espera reprogramación, aún sin una fecha cierta, dado que hay que esperar a que se abran las instalaciones. Ruego que esta situación no perjudique mis derechos. ¿A qué se debió ese cambio repentino o por qué al momento de darme la fecha de audiencia no advirtieron de informar el cambio? Tal vez algún avezado lector de LA GACETA tenga la respuesta. ¿Y por qué se mudaron si el nuevo edificio aún no se encontraba habilitado? Desprolijidades. Y después se pagan sueldos estrafalarios a funcionarios y empleados públicos para que hagan bien las cosas.
Manuel Eduardo Díaz
laloy18@hotmail.com
DOCENTES (I)
Es lamentable que la oposición en nuestra provincia, al no tener propuestas, ataque a los docentes. Antes de juzgarlos negativamente a todos, tan livianamente, recuerden que los argentinos debemos cuidar la escuela pública. Todos transitamos por ella y nos educó un docente. El Estado debe investigar los hechos y llegar hasta las últimas consecuencias, como lo hizo y lo sigue haciendo, pero resguardando el colectivo docente, que obtiene sus puestos de trabajo con su estudio, formación y dedicación, teniendo como meta llegar a que con su saber construya la enseñanza del niño y joven. Este hecho hará reflexionar a los educadores sobre la elección que hagamos de nuestros gobernantes, porque hay algunos que quieren construir patria destruyendo la escuela pública y otros que trabajan día a día en las escuelas de la provincia para que cada escuela tucumana sea la mejor escuela de la patria.
María Angélica Chávez
chelachavez63@gmail.com
DOCENTES (II)
SÓlo quienes están frente a un aula, como yo, podrán comprender el dolor, la impotencia y la frustración que siento en este momento. Lamento mucho no haber grabado la clase o la conversación para tener las pruebas suficientes. Una profesora que me acompaña en las clases fue testigo del maltrato verbal y la falta de respeto que viví mientras tomaba evaluación trimestral en tercer año, en una escuela de esta ciudad. Incluso me amenazaron con sacar las ruedas de mi auto, con matar los perros de mi casa para entrar a robar, etcétera. Si bien quizás lo hicieron en broma, pienso que no tendría por qué estar escuchando esas cosas. Por otra parte, otro alumno infería a los gritos que yo no había enseñado esos temas y que no era eso lo que les había dicho que iba a tomar en el examen. De más está decir que la mayoría desaprobó, incluso algunos entregaron la hoja sin hacer los ejercicios. Apenas entregaron las hojas volvieron a sus “amadas” netbooks que para lo único que saben usar es para jugar al Counter Strike, escuchar cumbia o cuarteto y ver videos de una señorita que muestra su abultado cuerpo al ritmo de “baila el toto”. Lo sé porque cuando entro a clases, las miradas siguen pendientes de esa pantalla. No soy la única que piensa que las netbooks los han convertido en entes. Más allá de que muchos que habían desaparecido durante bastante tiempo regresaron a las aulas cuando supieron que las netbooks llegaban a su escuela. Gracias a las computadoras, los alumnos nos ignoran más. Lo peor del caso es que cuando los desaprobamos, nos dicen que revisemos nuestra metodología, la forma de incentivarlos, etcétera, y lo que es aún peor, cuando desaprueban muchos, la falla es del docente, o sea... No sé quiénes son los responsables, lo cierto es que se han perdido los valores, el respeto y sobre todo los límites. Los alumnos hacen lo que quieren y nosotros, al menos yo, me siento muy frustrada por no poder ser una verdadera formadora de personas.
Sonia Cabbad de Hurtado
sonia13100@hotmail.com
ABRIR LAS MENTES
Si bien siempre debemos ser optimistas en lograr los objetivos, hoy, más que nunca, necesitamos abrir nuestras mentes y encender nuestros corazones. Pero también saber observar el valor de la verdad nos permitirá trabajar con confianza en la consecución de lo que nos proponemos. Sostengo entonces que es necesario atravesar esa penumbra que confunde y distorsiona el fondo de las cosas; debemos hacerlo hasta dar contra ese fondo luminoso que deja ver con claridad el camino que conduce al encuentro común de la verdad, la justicia, y la construcción de la cultura del esfuerzo, del trabajo, y del estudio. De nosotros depende entonces esforzarnos en realizar bien nuestro trabajo, para que este cambio resulte. No veamos únicamente la superficie. Renovemos nuestros pensamientos, observando también detrás de las cosas. Allí podremos descubrir nuestra historia y su auténtica estructura. Será cuando descubramos que estamos aquí para ser felices. Confío en que podemos lograrlo.
Marcelo Funes
patria_justa@yahoo.com.ar
PLAN ANTISAQUEO
Con el plan antisaqueo, de dar entre $1.000 y $15.000 a las personas más vulnerables (pobres e indigentes) , con el supuesto fin de ayudarlas, no se soluciona nada, al contrario se los multiplica. Una vez más queda a todas luces el uso y abuso de los pobres e indigentes para proteger intereses económicos de particulares (empresarios) y electoralistas. Es perverso que se siga con la vieja práctica de la dádiva, del clientelismo. Tucumán seguirá hundido y sin solución real a los problemas de la pobreza e indigencia, a los problemas de desocupación, ignorancia, corrupción, impunidad, inseguridad, injusticia, al no existir plan de trabajo real y educación de calidad.
Ángel Gabriel González
granangelgabriel@gmail.com
DESERCIÓN ESCOLAR
Juan María Segura, un experto en educación, expresa que los chicos abandonan la escuela porque se aburren y disiente con el ministro Salonia, quien dice que lo hacen por factores económicos familiares, y ambos están en lo cierto, salvo que confunden los motivos. Los chicos son investigadores de la vida, por naturaleza y los adultos tenemos la obligación de ayudarlos a desarrollar sus habilidades natas, para ello debemos capacitarnos profesionalmente, y evitar discontinuar el aprendizaje, distrayéndoles con ocio y recreación entre otros. En las sociedades desarrolladas cultural y económicamente, se establece un período lectivo ordinario y relacionado directamente con la familia y la sociedad, y durante el receso se programan actividades relacionadas con la naturaleza, que aplicará en la escuela, de manera que el chico se mantiene continuamente aprendiendo, sin adoptar malos hábitos por tiempo ocioso. Lográndose dirigentes y ciudadanos competentes. Los adultos argentinos se empeñan en producir ciudadanos brutos. Por un lado, los empresarios obtienen mano de obra barata, cuando promueven vacaciones familiares, tentándolos con placeres y ocio, de manera que los padres no tan sólo discontinúen la educación escolar, sino comprometan el presupuesto familiar del resto del año. Y por otro lado, los políticos logran una población inculta, en provecho de sus propósitos particulares, cuando utilizan las leyes de manera perversa, y con engaño, obligan a los docentes, mal preparados como para ser ejemplo a seguir de los alumnos, a suspender ex profeso la continuidad escolar mediante paros y protestas, exponiendo al aburrimiento y desinterés por aprender de la población escolar. En la Argentina no hay diferencia entre la enseñanza pública o privada, da igual obtener un título por mérito o comprado, sin importar la cantidad de establecimientos escolares, la diferencia está en la mente de los adultos, que somos transgresores consuetudinarios de las normas de convivencia social, y tememos que una generación de ciudadanos instruidos nos exijan rendir cuentas. Estamos viviendo una etapa de transición, y hay una generación de argentinos que no dependerá de nosotros y, dentro de 20 años comenzará a ubicar a la Argentina en la posición mundial que siempre debimos tener. A nosotros nos toca hacer el esfuerzo y sacar al país de abajo del pie de los poderosos.
Roberto N. Córdoba (h)
robniccorame@gmail.com
POLUCIÓN SONORA
Invito a todos los concejales de esta ciudad a que pasen un fin de semana en mi departamento, rodeado de boliches bailables. Estoy seguro de que no van a aguantar la música a todo volumen, las peleas, los cantos a viva voz, los vómitos por doquier, los escapes de motos y autos, etcétera. La calidad de vida está ausente en las esquinas de Mendoza y Junín. Se les reclama a los policías que corran a estos salvajes desaforados, con riesgo de que nos ataquen; el olor a choripanes impregna nuestros ambientes. ¿Para eso pagamos los impuestos? Espero que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Ricardo Martínez
diuricardo@live.com.ar
BEBÉS PREMATUROS
Me encantó la nota sobre bebé prematuro del 17 de noviembre. Me sentí identificada con lo allí expuesto. Mis hijos son mellizos y nacieron de 29 semanas. Pasaron 58 y 63 días en incubadora, respectivamente. Al nacer pesaron 1,400 y 1,250 kg. Tengo muchísimos recuerdos, pero quisiera destacar que me había prometido preguntar lo menos posible respecto al tiempo que pasarían en “esas casitas” y a las complicaciones que se presentarían. Mi marido y yo pusimos la energía en el día a día de la vida de nuestros hijos. Yo me preocupé por aprender a sacar la leche con el sacaleche y a la semana por sonda pudieron alimentarse con ella. Cuando les dieron el alta pude darles la teta y es una de las experiencias más movilizantes para una mujer. Todo lo que expresa el artículo respecto a los cuidados y las enfermedades más comunes es muy cierto. Hoy, mis hijos tienen cuatro años, son hermosos, activos, quizás un poco mimados, como dice el lema mundial son unos “pequeños héroes”.
Nancy Cecilia Mena de Pedernera
Los Aragones S/n° Ruta 325 Km 1 1/2
Monteros-Tucumán
EL “SINSAQUISMO”
“Tucumán incorpora a sus costumbres la del sinsaquismo”, titulaba LA GACETA en la edición del lunes 5 de noviembre de 1951, según recuerda la periodista Nora Lía Jabif. “Tucumán se ha incorporado ya decididamente a una costumbre que por muchas razones de peso -las características climáticas, la comodidad, la higiene, la misma economía- han terminado por imponer frente al conservadorismo absurdo de la moda masculina: el sinsaquismo”, arrancaba la crónica. “Y la expresión ha nacido precisamente al surgir el imperio de la camisa -desterrada ya antes la corbata como prenda incómoda, invernal- que es quizá un signo de la época, y en este abandono del que ya -durante el estío- nos parece anticuado saco, se sintetiza toda una nueva manera de pensar: una distinta, diríamos, concepción de la vida”, continuaba el texto, escrito por algún cronista anónimo. LA GACETA fue protagonista activa de esa campaña que hasta se expandió a Santiago del Estero y que arrancó ordenanzas y decretos ad hoc. Extranjeros y estudiantes tomaron la iniciativa y de a poco, se les fue incorporando el hombre de la calle, símbolo de un movimiento que empezaba a expandirse por casi todo el país. Setenta años después, en enero, con 45 grados de calor, legiones de empleados bancarios y demás atraviesan la city con sus sacos al hombro. Será hasta que algún avanzado de este siglo XXI vuelva a la carga con esa campaña del sinsaquismo de la cual LA GACETA fue impulsora convencida, concluye la criteriosa periodista. En estos días, en que las Cartas de lectores abundan con opiniones diversas sobre el atuendo del joven ministro Axel Kicillof, estaría bueno impulsar el “sincorbatismo” para una natural comodidad de la que no pueden gozar los rostros abotagados y sudorosos de tanto funcionario, legislador, señorones y hasta los movileros deportivos al rayo del sol en las canchas de fútbol.
Hugo West
west_hugo@yahoo.com.ar
CONQUISTA DE AMÉRICA (I)
Se ha puesto en el candelero, desde hace ya un tiempo, enjuiciar atacando, y defender explicando, el complejo tema de la conquista y colonización de América por parte de España y Portugal. Dice la lectora Carolina Gallo, al culminar su carta del 28/11, que el tiempo ha sanado casi todas las heridas, y afortunadamente es cierto. Lo que no logro entender es a qué se debe la polémica o cuál es su utilidad actual. Creo que soslayan todos un hecho indudable: dicha conquista y colonización constituyeron la empresa más grande y determinante que la humanidad emprendiera jamás, no superada hasta hoy, con supuesto alunizaje incluido. Cometieron errores, como lo hizo toda la raza humana siempre que actuó. Y si bien la codicia los acompañó, también lo hicieron la Cruz y la cultura, lo que no es poco. Alguien se preguntó, ¿qué sería de la hoy América si ellos no hubieran llegado y actuado? ¿Sacrificaríamos gente o nos la comeríamos, como acostumbraban nuestros “originarios”? Habría que preguntarle a Solís. ¿Viviríamos sin ruedas, adorando a la Luna, al Sol o a la Pachamama? ¿Seguiríamos levantando pirámides de altísimos escalones, obviamente con mano de obra esclava? Se dice que “ellos estaban antes” y me pregunto, antes de ellos, ¿quiénes estaban? Siempre fue el hombre lobo del hombre, errores cometieron todos, y así avanzó la humanidad. Las letras con las que escribimos estas cartas y las leemos, no las pensaron incas, mayas, aztecas ni araucanos. El nombre pampa es una palabra tan buena como cualquier otra para designar ese mar verde que nos da de comer. En pocas palabras y según dijo alguien que de esto sabía: “Dejen a los muertos enterrar a los muertos”. Ya todo pasó y hace muchos siglos. Loor a España por haberlo logrado, sepamos mantenerlo.
Ignacio Páez de la Torre
arqignaciopaez@gmail.com
CONQUISTA DE AMÉRICA (II)
Me sorprenden los razonamientos de la lectora María Carolina Gallo, expuestos en su carta del 28/11. Hablar de este tema sin saber extensamente el papel de los jesuitas, la pone en desventaja. Ella misma lo demuestra cuando dice: “he leído, también investigado sobre la materia y no desconozco la labor jesuítica respecto a algunas lenguas de los pueblos originales”. Pero más adelante sostiene que “los españoles obligaron a callar muchas lenguas y culturas”. ¿Por qué entonces ese afán de escribir diccionarios bilingües que tenían los jesuitas? Y no era idea de alguno de ellos, era un mandato que venía de sus más altos conductores. Y respecto a que era una reducción, sus afirmaciones son simplemente inexactas. Quien quiera conocer su patria anterior a 1810, debe visitar las Reducciones de San Ignacio y otras que están precisamente en la provincia de ese nombre. Hay que ver sus planos. Verá que eran verdaderas ciudades, con hospitales, comedores públicos, dormitorios para indigentes, viudas y enfermos sin familia. Con graneros repletos de trigo y maíz, para los años de mala cosecha. Por supuesto, iglesias, oratorios, cabildos, etcétera. Había coros, órganos y otros instrumentos musicales. Se enseñaba no sólo a leer, sino a cultivar, administrar el bien común, fabricar sus muebles e insumos, hacer queso, azúcar y harina. Y si la lectora maneja los planos y sus escalas, vería que su tamaño y sus disposiciones las aprobaría el mismo Le Corbusier. De allí nadie salía para servir a los españoles, como sirviente, criados o esclavos. Muy por el contrario, la defensa del status de los nativos, condensada en las Ordenanzas de Alfaro, obedecía a las acciones de los jesuitas en Roma y Madrid. Por eso eran considerados enemigos a muerte por los españoles locales. Y el progreso material del sistema hizo pensar que dichos religiosos tenían grandes riquezas ocultas. Nuestra Universidad, más precisamente la Facultad de Ciencias Económicas, publicó hace unos 30 años el Inventario de los Bienes de los Jesuitas, al momento de su expulsión. No recuerdo el compilador, que pudo ser el doctor Bliss. Allí verá lo que era Lules. Allí se hizo azúcar por primera vez en Tucumán. Se fundían campanas. Se fabricaban sombreros, para que los indios pudieran trabajar con alguna protección. Había una elemental escuela y otra elemental farmacia. Y ni una sola moneda de oro. Y para ir finalizando, considero muy elástico el uso del concepto de imperialismo. Cuando el Imperio Inca invade el norte argentino se lo explica de esta manera: “Sé que en estas tierras había pueblos hegemónicos como los aztecas, mayas o incas, pero era el curso natural de su desarrollo” (sic). Pienso que se debe medir iguales con iguales, épocas con épocas, y de también pensar en la actualidad. Y les propongo a los lectores imaginar que hoy, 2014, en Formosa una sufrida tribu los Qom sufre toda clase de atropellos. Si allí hubiera una reducción jesuítica, ¿hace falta decir a favor de quiénes estarían los Hijos de Loyola? Son “los corsi e ricorsi della storia”, como diría Benedetto Croce.
Tulio Santiago Ottonello
tso.lu2ku@gmail.com
CONQUISTA DE AMÉRICA (III)
A diez años del triunfo de Cortés en México, fracasaba una trabajosa evangelización del pueblo azteca. Apenas un puñado de conversiones en una inmensa comunidad que parecía haberse resignado a la inexorable extinción marcada en su cosmogonía cíclica de dioses hemofágicos y rencorosos. Pero un día la Madre de Dios se le presentó al indiecito Juan Diego (“el menor de mis hijos“), le mandó llevar flores al obispo en su miserable poncho de arpillera, y en él apareció una imagen de la Virgen que resumía amorosamente los símbolos religiosos aztecas con el mensaje del Cristo Salvador. Sacada en procesión, tanto conmovió al pueblo que en pocos días se bautizó por millares y en veinte años sumó nueve millones. Ni española ni india, era la primera imagen de una raza próxima a inaugurarse, aún desconocida: la raza mestiza de América, la de los americanos. Por eso la Virgen de Guadalupe es la evangelizadora, la bautizadora de América. Por eso el 12 de Octubre es el Día de la Raza (americana). Bastaría esto. Pero hay más, mucho más. Ya es un milagro la supervivencia del rústico ponchito (500 años, incendios, inundaciones, manoseos), pero el milagro mayor -que sigue sucediendo día tras día, siglo tras siglo- es la imagen misma. Porque se trata de una imagen absolutamente sobrenatural. Sometida por décadas a numerosos estudios (varias universidades, muchas protestantes o agnósticas, y hasta la NASA; análisis físico-químicos y con microscopio electrónico) se determinó que no es una pintura, ni un grabado, es una imagen de sustancias y procedimientos desconocidos que “flota“ sobre la tela. También bastaría con esto. Pero hay más. Se descubrió que en la pupila de la Señora (una superficie milimétrica adonde sólo se llega con aparatos), se puede ver la escena de Juan Diego, el obispo, varios personajes más y el poncho con la imagen. La Señora del Cielo vino en auxilio de sus hijos de la Tierra para que se cumpla lo que pidió Jesucristo: “Para que se salven los que crean y se bauticen, llevad el Evangelio hasta los confines del Mundo“. Hasta América. Y España asumió esa misión. Aunque pobre y necesitada, no se movió para agigantar su economía ni su poderío, como Inglaterra. Sus Reyes Católicos y su pueblo acababan de reconquistarla para Cristo y su Iglesia, derrotando a los musulmanes, luego de combatir 800 años. Esa era la España que en 1492, como una empresa nacional, descubrirá y evangelizará América. Y al bautizarla, le ofrendará sus mayores tesoros: su fe, su idioma, su cultura, por los cuales ella misma se había desangrado tanto tiempo. Y es posible que vikingos, musulmanes y fenicios se toparan con América, tropezaran con ella… y la dejaron allí, en la oscuridad. Porque descubrir quiere decir develar, sacar a la luz, mostrar lo escondido. Y eso sólo lo hizo España, la Hispanidad, la España Católica. Gracias a Dios. Porque no es suficiente leer teología o doctorarse en alguna universidad, siempre habrá “ciegos porque no quieren ver“, y como no ven la luz milagrosa de Guadalupe, por ejemplo, sirven a la oscuridad en un mundo cada vez más alejado del bien, la verdad y la belleza.
Arturo Mario Arroyo
amarroyo@hotmail.com.ar
FE DE ERRATAS
Por error se consignó que el firmante de la carta del 28/11 referida a los ciclistas y a la Reserva de Horco Molle, era Pablo Rotella, cuando en realidad es Pablo Cotella. Pedimos disculpas al lector.