Parece mentira, pero no lo es. Amalia prefirió jugar su último partido de local contra Concepción FC a puertas cerradas en el estadio de Central Norte y no en el suyo por temor a que su propia hinchada les robe las prendas o sufran algún tipo de agresión por la mala campaña que realizaron en el certamen. Sí, leyó bien.
“Nos enteramos en una página de Facebook que nuestros hinchas nos sacarían todas las prendas. También expresaron su enojo por la floja campaña que realizamos. Por eso la decisión que tomaron fue la correcta. Los dirigentes no sólo pensaron en el aspecto económico, sino también en nuestra integridad física”, aseguró Rubén Toledo, defensor y capitán de los “villeros”.
Su compañero de equipo, Enzo Maidana, también opinó del tema. “No tengo problemas en entregarles la ropa del club, no los botines porque son de los jugadores. Pero para quedarse con una recuerdo de prepo, no”, comentó.
El delantero, ex Atlético, está molesto por todo lo que vive un jugador. “En nuestro fútbol está todo mal. La violencia está ganando. Hay que hacer un repaso de lo que está ocurriendo en el campeonato de la Liga. Es una lástima cómo la gente toma los partidos que juegan sus equipos. Es como si fuera de vida o de muerte”, reflexionó Maidana.
Jorge Díaz, responsable de Seguridad Deportiva de la Policía, reconoció que el cambio de escenario y modalidad se debió a un expreso pedido de los directivos “villeros”. “Hablaron con sus pares de Concepción FC y acordaron rápidamente esta modificación. Esta decisión se debió a una cuestión económica. A los dirigentes les resulta mucho más económico gastar $ 1.500 en un operativo de seguridad que salir a comprar un juego de camisetas nuevas”, comentó.
“Esta es una situación triste, pero los hinchas no terminan de aprender. Dicen que quieren a sus clubes, pero les terminan generando daños que los complican económicamente”, concluyó Díaz.