Eran alrededor de las 17 de este viernes cuando un Mercedes Benz S 500 gris chocó con una Honda CG 125. El auto, que no tenía patente, era conducido por el empresario azucarero Jorge Rocchia Ferro y en la moto (236 CMZ) circulaba Belén Fadel junto con una amiga que iba con un niño que tendría unos tres años.
El accidente ocurrió en San Martín y Necochea. Nélida Concepción Montiveros, una vecina que vive a unos 30 metros de esa esquina, fue quien llamó al 911 para informar lo que había sucedido. "No me acerqué porque me daba pena. Porque estaba una mujer llorando a los gritos”, afirmó.
Daniel Fadel, hermano de la joven accidentada, dijo que tanto ella como su amiga -ambas tienen 25 años- sufrieron fracturas en sus piernas y que el niño que iba con ellas permanece internado en el Hospital de Niños. Además señaló que su hermana tuvo que ser operada debido a las lesiones que sufrió. “Tiene una fractura en el fémur y un corte en la cabeza que es muy grande. Y por el golpe que sufrió no tiene los dientes”, contó.
En la escena del choque hubo una fuerte discusión entre los familiares de las víctimas y un supuesto perito particular de Rocchia Ferro. Este sujeto llegó en taxi a la esquina en donde ocurrió el accidente y comenzó a tomar nota de la patente y del modelo de la moto. Esto provocó el enojo del hermano de una de las víctimas. “Este señor (por Rocchia Ferro) tiene plata y puede hacer lo que quiera. Por eso puede andar sin patente. Ellos pueden hacer eso porque son los dueños del ingenio”, reclamó Fadel.
Debido al cruce de palabras, los allegados al empresario, que estaban en la esquina, decidieron retirarse del lugar y dirigirse a la Seccional 7° en donde estaba el empresario. Y el supuesto perito se fue con ellos en uno de los autos en los que circulaban.
Al llegar a la comisaría que está ubicada frente a la plaza de Villa Luján este sujeto, que al parecer sería un policía pero que no vestía uniforme, tomó el libro de actas de la guardia y se dirigió a la parte de atrás de la dependencia. Sin embargo, ninguno de los policías que estaban en el escritorio dijeron nada cuando esto sucedió.
El empresario prestó declaración en la dependencia y la causa se remitió a la Fiscalía VI, a cargo de Adriana Reinoso Cuello.