El fracaso aún no se digiere. Imposible... Sin embargo, lo peor para San Martín es que lo más difícil no es lo que pasó sino lo está por venir. Al “santo” le esperan al menos cinco duros meses parado (sin contar que a mediados de diciembre debería afrontar una nueva fase de Copa Argentina) hasta arrancar el nuevo torneo en la tercera categoría del Fútbol Argentino, uno cuyas características aún se desconocen. El fútbol estará ausente de La Ciudadela y la dirigencia deberá arremangarse para soportar tremendo reposo.
“Siguiendo una línea de trabajo, donde pregonamos la continuidad de los proyectos, querríamos la continuidad de este cuerpo técnico. Nos gustaría que Juan José López arme su equipo, que vea quiénes siguen y quiénes no”, reconoció días atrás Pablo Kasem, dirigente “santo”, que aseguró que la idea es general, pero que los pasos a seguir aún no están definidos.
“Salvo el fútbol, estamos perfectos institucionalmente. Pero una transición de cinco meses sin poder jugar nos llamaría a trabajar para ver de qué otra manera incorporamos fondos para resolver los egresos fijos de todo este tiempo”, dijo.
“San Martín es grande y puede tener muchos ingresos a través de sponsors u organizaciones de eventos para subsistir, algo que no creo sea tan descabellado para este club. Que se haría cuesta arriba sí, pero no sería imposible, mucho más viendo la situación económica de hoy”, apuntó.
Según Kasem, el eje del problema de los dirigentes pasaría por otro lado: “Necesitamos estar como sea en una categoría superior. Por ahí seguirán pasando nuestras prioridades. Tendremos que hacer hincapié en los errores pasados para no volverlos a cometer. Armar un buen equipo para enfrentar el torneo que sea”, aseguró, rescatando que el crecimiento institucional arrancó desde la dirigencia anterior que encabezó Jorge Garber.
“Esto es un camino que hicimos y desgraciadamente ni el año pasado ni este los resultados futbolísticos vienen acompañando”, entendió con razón si se tiene en cuenta que ayer el equipo cerró su peor campaña desde el descenso en 2011. Kasem, como presidente del Complejo Natalio Mirkin, contó qué pasará en caso de que el club necesite un auxilio económico en todo este tiempo sin ingresos por fútbol. “A pasar de que la cajas están separadas, el Complejo está al servicio del club y viceversa. Por suerte el Complejo hoy no pide plata a nadie y es autosuficiente, incluso es capaz de generar fondos para darle una mano al fútbol. Si bien ahora estamos apuntando a crecer en obras y no para ayudar al fútbol si es necesario se postergarán las obras cuatro meses y ayudaremos al estadio, para que andemos bien”, aseguró Kasem algunas de las primeras medidas en este tiempo sin fútbol en La Ciudadela.