El “sí” de los dirigentes fue masivo. Así respondieron a la pregunta que se hicieron si Héctor Rivoira debe dar un paso al costado. Sin embargo, nadie se animó a tomar la medida en ese momento de ira, tras el 3-2 de Sarmiento. El interrogante sobre quién se hará cargo del plantel superior si le piden la dimisión al DT obligó a hacer una pausa.
Atlético no tiene plan B. Confió ciegamente en el proyecto de “Chulo” al punto de que el propio presidente Mario Leito había garantizado durante el almuerzo de aniversario que el “decano” en diciembre iba a estar en Primera, y gracias a “Chulo”. Diego Erroz, el manager del club y a quien se le dio la oportunidad tras la salida de Ricardo Rodríguez no es opción. Dicen que se busca a un técnico que conozca la categoría y sea capaz de asumir una misión complicada.
El otro drama es que al echar el DT y si no se llega a la A, la culpa será toda de la dirigencia y les caerá una “guillotina recién afilada”. Entonces, integrantes de la mesa chica piden frialdad y paciencia. Prefieren no asumir el riesgo del fracaso antes de tiempo. A partir de ese argumento, es posible que el DT tenga la chance de llegar al final del camino.