JUNÍN, (Andrés Burgo, especial para LG Deportiva).- Hay imágenes que explican mucho, y la que sucedió ayer, después del tercer gol de Sarmiento, es toda una definición: el gobernador José Alperovich dejó el caluroso palco que los dirigentes locales le habían asignado en la cabina 11 del estadio Eva Perón, y ya no volvió a ver el partido.
Alperovich se perdió los dos goles del descuento, los de Leandro Díaz y Luis Rodríguez, de penal, pero eso fue lo de menos: lo que pasó a interesar desde entonces fue la continuidad de Héctor Rivoira como entrenador de Atlético.
Atrás, muy atrás en la tarde, había quedado el abrazo afectuoso del gobernador al técnico en el hotel, antes del partido. La derrota (ajustada en el marcador pero por goleada en el juego) dejó al entrenador más laureado de la historia del club como un boxeador en medio de una cuenta regresiva: anoche, los hombres más importantes de Atlético coincidieron en señalar ante LG Deportiva que el ciclo de Rivoira estaba agotado. Y que hoy, a través del presidente Mario Leito, le pedirán que dé un paso al costado.
Sin saber que había quedado en el ojo de la tormenta (y que había dirigido lo que seguramente será su último partido en el club), Rivoira tuvo un breve contacto con la prensa media hora después de la derrota. El técnico, que tiene el optimismo de los que se caen desde un edificio de 10 pisos y al pasar por el tercero gritan “por ahora está todo bien”, habló primero del partido y después de lo que viene.
No quiere bajarse
Sus palabras sobre la derrota fueron, esta vez, lo menos importante. Rivoira dijo: “si en el primer tiempo hubiésemos tenido la actitud del segundo, el resultado habría sido otro”. Y agregó: “¿Qué nos pasó? Todavía no lo puedo explicar, lo tendré que hablar con los jugadores”.
Después el entrenador del “decano” sí habló sobre su futuro: “Tengo fuerzas y quiero sacar esto adelante. Me siento fuerte, tranquilo, y si le ganamos a Patronato vamos a estar en la pelea”. Y ya antes de subirse al colectivo que lo trasladaría al hotel Copahue, donde se alojó la delegación hasta pasada la medianoche de este lunes 10 de noviembre, le dio un abrazo sentimental al “Profe” Torres, periodista partidario de Atlético Monumental (radio del Parque).
“Todavía no terminó”, le dijo Rivoira con un halo de esperanza y a la vez de dramatismo, aunque también se pareció a un saludo de despedida.
Está claro que el sueño de Atlético todavía no terminó. Y también resulta obvio que el entrenador quiere continuar en el cargo. Sin embargo, a la hora en que el técnico hablaba con la prensa y Alperovich ya se había ido del Eva Perón para no volver al hotel, los dirigentes comenzaban una ronda de llamados telefónicos para definir la suerte de Rivoira.
El único comunicado oficial se conoció ya por la noche, a las 20, cuando el club informó oficialmente que Leito dará una conferencia de prensa “en nombre de la comisión directiva” hoy al mediodía.
Rivoira y el plantel llegarán hoy a las 9 a Tucumán. Al técnico lo espera un día agitado: por la mañana se reunirá con la mesa directiva del club. Allí, Leito le pedirá que dé un paso al costado. El técnico intentará resistir, pero la dirigencia considera que su ciclo quedó agotado. Anoche sonaban con fuerza frases como “(el partido con Sarmiento) era una final y no la jugaron como tal”, y “si de 24 puntos sacamos 4, qué te hace pensar que vamos a sacar el 70%”.
Pero además de esas frases en caliente, y de la imagen simbólica del gobernador yéndose de la cancha antes de tiempo, a Rivoira tampoco lo ayuda el silencio de los jugadores, que ayer dejaron la cancha sin emitir opinión respecto del entrenador. Y además, Huracán y Argentinos despidieron recientemente a Frank Kudelka y a Claudio Borghi, y los primeros resultados parecen respaldar esa decisión (Huracán tiene a Néstor Apuzzo como técnico interino y Argentinos contrató a Néstor Gorosito).
Los dirigentes ya le bajaron el pulgar. Rivoira quiere resistir. Sólo un milagro lo hará mantener el puesto. Y este Atlético no se lleva bien con los milagros.