Así como en el fútbol el delantero vive del gol, en el rugby el wing fortalece su confianza en base a los tries que anota. Sí, en un 90% de los casos el mérito es compartido con los jugadores que se parten el lomo para abrirle el camino hacia el ingoal, pero el wing necesita ser quien deposite el óvalo en el suelo para estar en paz consigo mismo. No es una cuestión de ego, sino de responsabilidad: cuando el equipo ataca, su misión es clavar la lanza por el costado. Por eso vale tanto para Macario Villaluenga el try que le asestó a Córdoba: más allá de inclinar la balanza definitivamente para el lado tucumano, le permitió seguir reconstruyendo su ánimo, golpeado por una magra temporada en el Regional.
“A decir verdad, no tuve un buen año y venía bajoneado. Nada salía como quería y eso afecta un poco”, admite el tres cuartos de Huirapuca. Seis tries son una cosecha evidentemente escasa para un jugador de velocidad y contextura física de atleta, acostumbrado a pelear en la tabla de trymen. Sin embargo, su valiosísima conquista en cancha de La Tablada, en la que aprovechó una enorme corajeada de Gonzalo Manso, puede ser el punto de partida para recuperar la confianza que necesita.
“Ahora me siento con muchas ganas de jugar, de aportar. Contra Alto Valle entré en los últimos 15 minutos y pude marcar un try. Contra Córdoba pasó lo mismo, aunque éste sirvió para ganar el partido. Estoy con todas las ganas y toda la confianza del mundo, así que ojalá pueda aprovecharlo”, se esperanza Macario, uno de los tres “naranjas” que apoyó dos veces en el torneo. Los otros son Javier Rojas y Ramiro Moyano.
“Por suerte pude ser efectivo, pero en ocasiones con eso no alcanza. A veces necesitás un poco de suerte para estar en el lugar correcto, y esta vez me tocó. De eso se trata, de tener un poco el olfato para buscar el try”, asume el de Concepción, consciente de que a Tucumán lo espera otro rival directo en la carrera hacia el título. Un triunfo dejaría a los “naranjas” con la posibilidad de una consagración anticipada. “Rosario va a ser durísimo. Más allá de que le ganó a Buenos Aires, es el rival contra el que jugamos la final del año pasado”, advierte el velocista, que tiene cartas para pelear por la titularidad.