Cada año, la capacidad de almacenamiento de agua El Cadillal disminuye, ya que las lluvias que ingresan arrastran sedimentos que achican la sección del lago. Este es un proceso normal (técnicamente se conoce como atarquinamiento) que sufren todos los embalses, y es por eso que tienen una vida útil estipulada.
Según estimaciones de Desiderio Dode, titular de Recursos Hídricos de la Provincia, la disminución de la capacidad de acopio de agua del dique Celestino Gelsi ha sido de un 30% desde su puesta en funcionamiento (en 1966) hasta la actualidad, cifra que, a su criterio, estaría dentro de los parámetros normales para este tipo de obras. “Todo dique tiene una vida útil y se achica progresivamente. El Cadillal no es la excepción y todavía es muy provechoso, pero es por eso que se piensa en la construcción de Potrero de las Tablas como la alternativa para cuando El Cadillal no produzca lo que se necesita”, señaló el experto.
Una de las preguntas que se realizan los pescadores y habitués del dique, es por qué, ante la disminución de su capacidad, todavía no ha sido dragado. Al ser consultado por esta posibilidad, Dode respondió que se trata de una tarea costosísima y que implica otras consideraciones. “Además del costo, hay que pensar dónde se depositaría la enorme cantidad de sedimento que se extrae. En los años que llevo en Recursos Hídricos, nunca nos presentaron un plan serio para realizar un dragado”, dijo.
En la Sociedad de Aguas del Tucumán también están atentos a lo que sucede en El Cadillal. Los cambios en el embalse y en la calidad del agua repercuten directamente en el tratamiento que se realiza para que el líquido sea apto para consumo humano. “El año pasado hicimos una importante optimización de la planta potabilizadora, que la dejó prácticamente nueva. Se la dotó de tecnología que no tenía, como floculadores (para optimizar la decantación del agua obtenida) y la instalación de 16 nuevos filtros de arena que se lavan con agua y con aire. Cuando el dique era nuevo, esas cosas no eran necesarias porque él mismo funcionaba como un gran decantador. Lo sigue siendo, pero ya era necesario realizar algunos cambios”, explicó Domingo Caridi, representante de la SAT en la Comisión de Desembalse, para quien tampoco resulta preocupante el nivel actual del dique. “Todavía estamos lejos de los 590 msnm. Esa es la cota mínima pautada por la Comisión para llegar al 31 de diciembre y debajo de la cual tenemos que dejar de erogar agua para otros usos que nos sean el consumo humano. Creemos que no habrá inconvenientes, porque la prioridad de El Cadillal es el agua potable”, señaló.
Caridi estimó que por año ingresan al dique 2,5 hectómetros cúbicos de sedimento que aminoran la capacidad de almacenamiento del dique. Según sus cálculos, el volumen del lago en sus inicios era de 300 hectómetros cúbicos (hm³) y actualmente es de 180 hm³, lo que implica una disminución del 40% de su capacidad de acopio.