La era post Julio Grondona ya está en marcha en el fútbol argentino. Nadie debe esperar cambios bruscos en esta primera etapa, aunque el camino conduce a una AFA diferente a la de las últimas décadas. La ausencia del caudillo que supo conducir a la entidad de la porteña calle Viamonte durante tanto tiempo obliga a buscar nuevas alternativas de conducción. El primer paso se dio con la designación de Luis Segura como sucesor natural a la presidencia. La votación que designó al dirigente de Argentinos Juniors arrojó un resultado inesperado, algo que ni el propio Grondona hubiese sido capaz de lograr: la adhesión unánime de los 50 asambleístas.

Segura contó con el aval de todos los clubes: los más importantes -encabezados por Boca y River- y los que militan en las categorías menores. El apoyo de Daniel Angelici, presidente “xeneize”, y de Rodolfo D’Onofrio, máximo dirigente “millonario” resulta fundamental para el trabajo que debe encarar el flamante presidente en los próximos 12 meses de gestión: definir las nuevas estructuras de los torneos oficiales y la reforma del estatuto que, entre otros puntos, impedirá la reelección indefinida. Este punto garantizará que ningún presidente permanezca en el poder durante tantos años como lo hizo Grondona. Una vez dado ese paso, los futuros presidentes sólo podrán estar al frente de la entidad durante dos mandatos seguidos como máximo.

Un punto clave que deberá resolver la asamblea convocada para el 18 de diciembre es el polémico inciso quinto del artículo 50 del Reglamento General de la AFA. Este exige actualmente un plazo mínimo de cuatro años en la actividad dirigencial en los clubes para poder presentarse como candidato a presidente. Con dos tercios de aprobación del Comité Ejecutivo se podría enmendar este artículo y reducirlos a tres.

¿Por qué es tan importante este articulo? Si esto ocurre, Marcelo Tinelli podría postularse en las elecciones previstas para noviembre de 2015. El conductor televisivo es el candidato de los que impulsan una renovación a fondo. En cambio, los grondonistas se resisten a este cambio por un pedido expreso de las autoridades nacionales. En la Casa Rosada no quieren tener al conductor televisivo al frente de la AFA justo cuando se realizarán las elecciones nacionales para elegir Presidente de la Nación. Además, Segura ya confesó que le gustaría ser electo para cumplir el próximo período al frente de la entidad madre del fútbol argentino; y cuando menos obstáculos aparezcan en el camino, más sencillo será alcanzar el objetivo.

Tinelli, a quien desde el Gobierno miran con desconfianza después de su frustrado desembarco a Fútbol para Todos, asumió como vocal de San Lorenzo el 1° de agosto de 2012. Fue su primer cargo político en el club de Boedo (antes había sido presidente de marketing). Estarían en condiciones de ser presidente de la AFA a partir del 1° de agosto de 2016. En este escenario no podría presentarse el año próximo si no se modifica el artículo 50.

Algunos dicen que más que una reforma del estatuto será un retoque. Los cambios de fondo quedarán para más adelante y se darán, casi seguro, después de 2015. Por ahora, el debate se centrará en el aspecto político y, en menor medida, en lo deportivo. Mientras tanto, la violencia en los estadios sigue siendo un problema sin solución y el gran desafío para la nueva generación de dirigentes que deberán hacer que se extrañe lo menos posible a Grondona.