En el marco de las investigaciones respecto de los secuestros virtuales, tres hombres estuvieron aprehendidos durante algunas horas, pero luego fueron liberados por el fiscal Washington Navarro Dávila. Se trata de los alabañiles que trabajaban en una vivienda del country del Jockey Club cuando la empleada doméstica recibió un llamado extorsivo, el jueves.
Fuentes judiciales comentaron que los delincuentes aseguraron tener secuestrada a su patrona y le pidieron a la mucama que rompiera una caja de madera donde la mujer tenía guardados $ 60.000.
La empleada doméstica, asustada, les pidió ayuda a los albañiles para poder destruir la caja y sacó el dinero. Según declaró ante el fiscal, se dirigía a la plaza de Yerba Buena para encontrarse con los presuntos captores cuando un hombre la sorprendió desde atrás y le arrebató el sobre con la plata del rescate.
Si bien el fiscal dispuso el cese de aprehensión de los tres albañiles, continúa investigando si tienen algún tipo de vinculación con el caso.
El modus operandi
Esta modalidad delictiva consiste en llamadas telefónicas realizadas especialmente a teléfonos fijos, en las cuales los delincuentes intentan hacer creer al destinatario que tienen secuestrado a un familiar, y le exigen dinero para liberarlo.
Los ladrones también suelen hacerse pasar por médicos o policías para “notificar” sobre el accidente sufrido por ese allegado. En este caso, hacen preguntas y obtienen datos que les sirven para convencer a la persona elegida de que se trata de un hecho real. Usualmente, estas comunicaciones se producen desde las cárceles. Por eso, les piden a las víctimas que les compren tarjetas por un determinado monto. Luego deben pasarles las claves.
“A mi esposo le dijeron que yo había chocado con el auto. Imagine los nervios que pasó, hasta que logró comunicarse conmigo”, contó otra vecina de Yerba Buena afectada, cuyo pariente advirtió a tiempo que se trataba de una estafa, y cortó la comunicación.