“A mi casa llamaron el jueves a la mañana. Yo estaba en un vuelo, desde Buenos Aires hacia Tucumán. Atendió mi marido. Un hombre que se identificó como el comisario de Yerba Buena le dio mi nombre completo, incluso con el apellido de soltera. Le dijo que habían chocado cinco camionetas, y que en una de esas iba yo. Mariano supuso que se trataba de un engaño, porque minutos antes habíamos hablado, y lo mandó a la mierda”.


“Me sonó el teléfono de casa y preguntaron por mí. En realidad, no dijeron mi nombre, sino que querían hablar con la esposa del dueño de casa. Pensé que se trataba de alguna promoción del banco, y contesté que no estaba. Entonces me pasaron con un supuesto comisario Carrizo, quien me dijo que mi marido había tenido un accidente. Luego pusieron al teléfono a un hombre nervioso que lloraba y gritaba, y decía ser él. Le sacaron el teléfono, me anunciaron que se trataba de un secuestro y me pidieron que no llamara ni a la Policía ni a la prensa. A esa altura, me temblaba todo el cuerpo. Mientras ellos seguían hablando, llamé desde mi celular al móvil de mi marido. Me respondió él: estaba tranquilo, en su trabajo”.

“Hubo una enorme cantidad de llamados. Sólo en mi barrio, se comunicaron con 10 casas, al menos. En algunos casos cuentan con mucha información, como número de patente de los vehículos”.

“Hablaron a mi línea fija haciéndose pasar por un policía. Dijeron que alguien había tenido un accidente y que le habían dado este número. Cuando pregunté quién era, respondieron que no podían darme esa información. Entonces supe que estaban mintiéndome”.

Estos son algunos de los testimonios proporcionados a este diario por vecinos de Yerba Buena, que en los últimos tres días han hecho circular entre sí una cadena de advertencias al respecto, a través de las redes sociales y del sistema de mensajería WhatsApp. A juzgar por sus relatos, hubo una serie de intentos de secuestros virtuales concentrados en tres countries de ese municipio, como mínimo.

Esta modalidad delictiva consiste en llamadas telefónicas realizadas especialmente a teléfonos fijos, en las cuales los delincuentes intentan hacer creer al destinatario que tienen secuestrado a un familiar, y le exigen dinero para liberarlo.

Los ladrones también suelen hacerse pasar por médicos o policías para "notificar" sobre el accidente sufrido por ese allegado. En este caso, hacen preguntas y obtienen datos que les sirven para convencer a la persona elegida de que se trata de un hecho real. Usualmente, estas comunicaciones se producen desde las cárceles. Por eso, les piden a las víctimas que les compren tarjetas por un determinado monto. Luego deben pasarles las claves.

"A mi esposo le dijeron que yo había chocado con el auto. Imagine los nervios que pasó, hasta que logró comunicarse conmigo", contó otra ciudadana, cuyo pariente advirtió a tiempo que se trataba de una estafa, y cortó la comunicación. En todos los casos, los consultados pidieron que se mantenga en reserva su identidad, por temor a lo ocurrido.

Desde el Ministerio de Seguridad Ciudadana confirmaron que se efectuaron algunas denuncias de ese tipo de delitos en las sedes policiales. Justamente, el jefe de la comisaría de Yerba Buena, comisario Víctor Fernández, dijo que es necesario que la población tome conciencia de que quienes resultan víctimas de este accionar deben denunciarlos, aunque adviertan a tiempo que se trata de un engaño. “La denuncia es indispensable para que los investigadores puedan identificarlos y atraparlos”, expresó.

El comisario Mario Toledo -jefe de la Zona II de la Unidad Regional Norte- añadió que se puso en alerta a las comisarías y patrulleros de Yerba Buena. “Sabemos que circulan muchos mensajes entre los vecinos sobre este tema”, señaló.

Hasta ahora, el fiscal de Instrucción de la V° Nominación Washington Navarro Dávila mantiene la reserva del caso. Trascendió que se solicitaron algunas medidas con respecto a líneas telefónicas, tanto celulares como fijas, porque en uno de los casos los supuestos delincuentes habrían intervenido un teléfono móvil.

Cómo cuidarse
Los especialistas sugieren ciertas precauciones para abortar la comisión de estos delitos. Entre ellas, se aconseja abstenerse de brindar nuevos datos y pedir, en cambio, señales por las que se infiera si lo que se dice del otro lado de la línea es cierto o no. También se debe procurar establecer un contacto rápido con el ser querido en cuestión por otro teléfono, o pedir a otra persona que lo haga en su lugar.