Los 741 habitantes fijos que tiene Las Estancias viven momentos de absoluta emoción. Y no es para menos, pues Unión Aconquija está a días de escribir una de las páginas más gloriosas del deporte de Catamarca. Aunque en esta localidad veraniega quieren manejar con cautela el tema, reconocen que la procesión va por dentro.

En cada lugar de este municipio ubicado a 237 kilómetros de la capital catamarqueña, el tema excluyente es el partido que mañana jugará Unión en Salta frente a Juventud Antoniana, por la última fecha de la Zona 3 del Federal A. Si gana o empata, será de la B. Uno de los artífices de esta revolución que se vive en la vecina provincia es Salvador Felipe Mónaco, el técnico tucumano que se ilusiona con festejar el ascenso a la B Nacional.

Antes de comenzar una de las últimas prácticas preparativas para el partido más importante de la entidad nacida hace 11 años, LG Deportiva tuvo la posibilidad de dialogar con el entrenador.

- ¿Cómo se viven las horas previas a este acontecimiento?

- Con la tranquilidad propia de alguien que confía en un plantel que me demostró un profesionalismo y una humildad enormes, y esto va más allá de los resultados positivos que cosechamos. Eso sí, estamos ansiosos de poder coronar de la mejor manera una campaña que nos enorgullece a todos y que nos posibilitaría, de concretar el ascenso, entrar en la historia.

- Controlar la ansiedad del plantel debe ser todo un tema...

- Es medio complicado porque por momentos, uno como miembro del cuerpo técnico también se contagia. La gente y los jugadores se ilusionan en poder jugar en la B Nacional. Es imposible manejar profesionalmente a veces tanta carga emocional.

- El equipo decayó en su rendimiento en sus últimos partidos. ¿A qué se debe?

- Hubo varios factores, pero principalmente, los muchachos sintieron el desgaste del torneo. A los primeros nueve encuentros los jugaron los mismos futbolistas. Ellos fueron quienes consiguieron el 90 % de los puntos que tenemos ahora. El partido que perdimos con San Jorge (0-1) fue clave, porque no estaba en nuestros planes dejar en el camino esos tres puntos. Luego lo de San Martín fue catastrófico (0-7); nunca pensamos caer de esa manera. Mientras que contra Gimnasia y Tiro fue una prueba de carácter para el equipo: teníamos que demostrar que el grupo estaba entero anímicamente. Ganamos 1-0.

- ¿Y contra Central Córdoba, el día del 0-2 en Santiago?

- Ese día los muchachos sintieron el intenso calor que hizo a la hora de jugarse el partido. La idea fue conseguir por lo menos un punto, pero desgraciadamente nos volvimos con las manos vacías. Al partido del domingo pasado ante Zapla (1-0) lo jugamos como una verdadera final. Fue así, porque es indudable que la incentivación exterior cobró un importante protagonismo. Eso ya es una constante cuando empiezan a definirse los torneos.

- Estando tan identificado con Atlético ahora va a tener que hacer barra para que San Martín derrote a Central Córdoba...

- (Sonrisas) Seguro, pero ellos también harán barra por mi equipo. En estos momentos de definiciones, la vida hace que nos necesitemos mutuamente, porque ellos querrán que le restemos puntos a Juventud Antoniana. Por eso, por primera vez en mi vida, voy a anhelar que el domingo ante Central Córdoba se vea un San Martín inspirado como nunca. Necesitan clasificar.

- En lo personal, ¿cómo llegás a este momento?

- Siempre soñé con tener esta clase de satisfacciones. Me tocó ganar todo con Atlético, pero como ayudante de campo. Luego, el título que conseguí con Sportivo es algo que en lo afectivo me marcó para siempre. Y ahora esta oportunidad única, que será como tocar el cielo con las manos. Cierro los ojos y me veo volviendo de Salta con la satisfacción de haber cumplido con la gente que confió en mis condiciones.

- Si se concreta el ascenso ¿cuáles son los planes de los directivos?

- Saben que será un cambio radical para un club con apenas 11 años de vida. Ellos ya empezaron a trabajar para que en caso de ascender, el tema no los supere. Saben que si quieren jugar en el estadio de Tiro Federal de Andalgalá van a tener que realizar una profunda reforma en sus instalaciones. Si no es así, no quedará otra que hacer de local en el estadio Bicentenario de la capital catamarqueña. El tiempo lo dirá.

- Cómo creés que lo tomaría la gente de Las Estancias si se concretara esta última decisión?

- Con seguridad, con mucho disgusto porque el desarraigo será terrible para quienes siempre apostaron por el equipo y ahora, en caso de que se concrete el objetivo, tendrán que recorrer 280 kilómetros para alentarlo. Es un tema sensible que, creo, deberá verse en el momento oportuno. Pero ojalá que llegue.