1- Los bebés son extremadamente sensibles
Más allá de mantenerlos en lugares frescos y ventilados, la clave está en su alimentación: la Sociedad Argentina de Pediatría aconseja que aumentés las veces y el tiempo que le das la teta, para mantenerlos hidratados. No hay que exponerlos al sol de ninguna manera. Si es posible, que se queden en casa. Si es inevitable sacarlos, asegurate de que el tiempo a la intemperie sea breve y a la sombra.
2- Cómo cuidar a los más chiquitos
Si tu hijo ya tiene más de 2 años, no lo expongás al sol entre las 11 y las 17, y siempre con protector solar (FPS 65 o más). Es probable que no registren la sensación de sed, o no sepan explicártela. Ofreceles agua a cada rato. Lo ideal sería que estén casi desnudos. Si vas a vestirlos, poneles ropa suelta, muy liviana (preferentemente de algodón) y de colores claros.
3- Si no hay más remedio que salir...
Tratá de limitar sus actividades al aire libre a las mañanas y al atardecer. Si no es posible, buscá con mucha frecuencia el reparo de la sombra y tomá mucha agua.
4- Las bebidas que no ayudan
Evitá los líquidos con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que hacen perder líquido corporal.
5- Lo que no hay que comer
No te saltees ninguna comida, pero evitá los alimentos calientes y pesados, pues aumentan el calor corporal. Lo ideal son las ensaladas y las frutas frescas, que ayudarán a rehidratar el cuerpo.
6- ¡Atención con los mayores de 65 años!
Junto con los bebés son la población de mayor riesgo, porque suelen tener alteradas las respuestas normales del cuerpo al calor. Además, es probable que tomen medicinas que reducen la capacidad del cuerpo para regular su temperatura o que inhiben la transpiración.
7- Tus mascotas también sufren
No transpiran, así que son muy susceptibles. Si no pueden estar dentro de la casa, asegurales al menos sombra. Y por sobretodo, agua siempre disponible.
8- Mantené fresca tu casa
Después de limpiar y de airear tu casa bien temprano, cerrá las ventanas y desplegá las cortinas y bajá las persianas, ya que actúan como aislante protegiendo de los rayos del sol. Mantenelas así durante las horas centrales del día. Esto impide que los vidrios se calienten.
9- Usá el aire acondicionado a 24° o 25°
Si tenés aire acondicionado usalo para mantener un ambiente agradable a 24° o 25°. Si lo ponés a temperaturas más bajas, estarás derrochando energía y enfriando demasiado tu casa.
10- Utilizá lámparas de bajo consumo
Los focos de bajo consumo desprenden menos calor que los incandescentes, algo que en los días calientes es crucial.