Un policía es investigado y podría recibir una sanción por ser sorprendido en compañía de un hombre que portaba un arma de fuego que había sido robada de una dependencia de la fuerza.
Se trata de un cabo primero que presta servicio en la Unidad Regional Capital, según informaron a este diario fuentes policiales. El caso armó un revuelo, ayer a la siesta. Las fuentes indicaron que el policía estaba de franco y había concurrido a un centro médico, ubicado en calle San Juan al 400, para realizar un trámite relacionado con la obra social.
En un momento el cabo, que estaba de civil, hizo un movimiento y se pudo ver que tenía un arma entre su ropa. Al observarla, la gente que se encontraba en la sala de espera se asustó y llamó a la Policía para informar que había un hombre armado en el lugar.
De inmediato se acercó al centro médico personal de la Dirección General de Guardia Urbana, a cargo del comisario inspector Jorge Aníbal Bustamante. Cuando palparon al hombre, este se identificó como policía, explicó que estaba realizando un trámite y que no llevaba uniforme porque estaba fuera de su horario laboral. Afuera, en una motocicleta, lo esperaba un hombre de 40 años que había llegado con él al centro médico. Los policías lo palparon y advirtieron que también llevaba un arma escondida entre sus prendas de vestir.
Un arma robada
Ambos fueron trasladados a la sede de la Guardia Urbana, situada en calle Batalla de Maipú al 400. Allí se llevaron una sorpresa cuando determinaron que se trataba de un arma con pedido de secuestro, debido a que había sido robada de una dependencia de la fuerza hace pocos años, según agregaron las fuentes. Cuando le comunicaron la situación, el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, ordenó que el hombre permaneciera aprehendido por portación ilegal de arma de fuego. Respecto al policía, en tanto, se le inició un sumario administrativo.
“Habría incurrido en una falta administrativa grave”, señalaron las fuentes, que además confirmaron que el cabo ya pertenecía a la fuerza cuando el arma fue sustraída de manera ilegal.