Nueva temporada, viejos problemas. Sello distintivo de las actuaciones de Andrés Romero en el circuito del PGA Tour de EE.UU. (como así también en competencias en Argentina) son las irregularidades en su juego. Una vez más la situación se hizo presente, ahora en el Shriners Hospitals for Children Open que se disputa en Las Vegas. Comenzó el día en el puesto 9 y a tres golpes de la vanguardia, con excelentes chances de avanzar en el clasificador. Pero, al final del día, sus 74 impactos hicieron trizas los 67 del primer día, con lo que se quedó con las manos vacías.
Vaivenes
Dos birdies en la ida, en los hoyos 13 y 16, parecían abrirle el horizonte a “Pigu”. Pero de pronto llegó una catástrofe: dos dobles bogey en el 17 y en el 18 le dieron una cachetada, que se intensificó en la vuelta con un bogey en el 2. La “salvación” de un birdie en el 5 le permitió detener la caída. Pero nada más que eso. El “remate” llegó en el 8, con otro bogey. Y aunque intentó revertir las cosas en el último hoyo, la suerte ya estaba echada para él.
Al cierre de esta edición, la punta era una lucha abierta entre varios jugadores, entre los que se encontraban los locales Andrew Putnam, Andrew Svoboda, Tony Finau y los británicos Russell Knox y Martin Laird.
Hoy se jugará la tercera ronda en la competencia que entrega una bolsa total de premios por U$S 6,2 millones.