La industria azucarera argentina salió a revertir las posiciones de referentes y organizaciones del país respecto del consumo de azúcar, a través de la edulcoración de bebidas gaseosas, y el impacto en la salud humana. “La llamada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a reducir la ingesta de azúcar a un 5% del valor calórico total diario, es tan sólo un borradores, no una recomendación”, remarcó el Centro Azucarero Argentino (CAA), a través de un comunicado.

La postura de la cámara se basó en la explicación de Juana María Morillas Ruiz, científica española de la Universidad Católica de Murcia, quien participó en el congreso de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (Saota).

En el texto, la CAA resaltó las explicaciones de la prestigiosa investigadora. Morillas Ruiz afirmó que la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye en “el borrador” publicado a principios de año, que la evidencia científica que hay hasta ahora no es suficiente para demostrar una causa directa entre mayor consumo de azúcar y obesidad. “Al momento -dijo- sólo demuestran una asociación entre mayor consumo de azúcar y caries”.

La especialista agregó que la propia OMS reconoce que es una recomendación condicional basada en estudios ecológicos que relacionan el consumo de azúcar con la caries, pero no con la obesidad. “No podemos asumir ese borrador como una recomendación de la OMS. El azúcar, al igual que las proteínas y grasas, puede ser consumida con moderación dentro de una dieta sana, equilibrada y dentro de un estilo de vida totalmente activo”, enfatizó.

La profesional lamentó que en el ámbito sanitario periódicamente se instalen “modas de demonización que culpabilizan a nutrientes, sobretodo porque la obesidad no es causada por un único factor, sino que es una enfermedad multifactorial en la que intervienen también variedad de mecanismos genéticos, psicológicos y ambientales. Dijo que no se trata de prohibir sino de educar para que podamos comer de todo con moderación, y de llevar una vida activa, que de lugar a la actividad física frecuente.

En su exposición, Morillas Ruiz explicó que el exceso de peso es la manifestación de un desequilibrio energético en el organismo, que ingresa más de lo que gasta, que se desarrolla a partir de factores genéticos y ambientales. “Si bien no podemos en la actualidad controlar los factores genéticos, sí podemos influir en los factores ambientales; es decir, ingresar menos calorías o gastar más energía”, añadió. Asimismo, observó que siendo conscientes de que el ser humano no se alimenta sólo por necesidad fisiológica, sino que, además, la comida constituye un momento de placer, no es sostenible a largo plazo prohibir la ingesta de alimentos concretos.

La investigadora aseguró que para combatir la obesidad y el sobrepeso lo fundamental es educar en el concepto de alimentación completa, equilibrada y moderada, brindando herramientas para que los individuos sepan elegir con inteligencia.

Al hablar en el reciente Congreso de la (Saota) sobre “Las causas multifactoriales del sobrepeso y la obesidad”, Morillas Ruiz sostuvo que los azúcares son compatibles con una dieta equilibrada y saludable durante todas las etapas de la vida del ser humano.