BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, expresó ayer, mediante una cadena nacional realizada después de las 20, el orgullo y la emoción que sintió por el logro científico que alcanzó la Argentina con el lanzamiento -desde la ciudad de Kourou, Guyana Francesa- y puesta en órbita del primer satélite de comunicaciones (Arsat-1) diseñado, fabricado y calibrado totalmente en nuestro país.
“Es un hecho muy emocionante. Quiero felicitar a todos los técnicos y científicos involucrados en el proyecto, porque somos el primer país latinoamericano capaz de producir y lanzar (ayer a las 18:43) un satélite de telecomunicaciones”, subrayó. “Hoy nuestros sueños se hicieron realidad”, destacó.
En el momento del lanzamiento, la mandataria se encontraba en su despacho de la Casa Rosada, desde donde utilizó su cuenta en la red social Twitter, para expresar su “emoción” por el lanzamiento del satélite argentino. “Arsat-1 ya va camino al espacio. Cuánta emoción”, escribió la jefa de Estado. A ello agregó: “¡Equipo argentino, felicitaciones a todos!”.
El cohete Arianne 5, que llevaba el Arsat-1, despegó desde el Centro Espacial de Guayana, tras la orden de la ingeniera argentina Ana Caumo, jefa del proyecto de construcción en Invap.
Contra la oposición
En su mensaje de celebración por la exitosa operación del lanzamiento, la Presidenta aprovechó la ocasión para cuestionar a la oposición en su mensaje desde el Salón de los Científicos de la Casa de Gobierno: “Me pregunto, si yo no hubiera ganado las elecciones en 2007 y en 2011, si tendríamos el Arsat-1 en el espacio”. Luego añadió: “Es una pregunta que deben hacerse todos los argentinos”.
“Los satélites no se derogan”, chicaneó a los líderes de la oposición que, en las últimas horas, anunciaron por distintas vertientes que, si ganan las elecciones de 2015, derogarán varias leyes hoy vigentes.
“Estoy absolutamente segura de que los satélites no se pueden derogar”, subrayó la Presidenta por cadena nacional, dado que, repitió, el lanzamiento del satélite es “una conquista de todos los argentinos”.
Contra las alas negras
“Con esto de hoy (por ayer) están desplegadas las alas de la Argentina, las alas de la construcción, del progreso, de la ciencia y la tecnología; están desplegadas las alas de la Patria”, dejó como definición.
La mandataria destacó el hecho del lanzamiento “en tiempos en que los ‘fondos buitres’, con alas negras, nos quieren embargar e hipotecar la vida”.
Asimismo, la jefa de Estado insistió en que siente un “inmenso orgullo” al “poder estar contándole todas estas cosas a los argentinos”, en referencia al anuncio de construcción de nuevos satélites con tecnología “íntegramente” nacional.
Recordó a Néstor
La mandataria aprovechó la ocasión para recordar a su antecesor en el cargo, su difundo esposo Néstor Kirchner.
La Presidenta recordó que “esta historia empieza en 2004, cuando Kirchner, a poco de asumir, vio que el espacio radioeléctrico había sido privatizado” y decidió revocar la concesión para conservar la soberanía sobre las dos órbitas que posee la Argentina.
También destacó que el satélite geoestacional “va a cubrir todo el espacio en materia de telecomunicaciones” y que, además de nuestro país, “tendrá alcance para Uruguay, Paraguay y Chile”. A la vez, prometió que durante año próximo se pondrá en órbita el Arsat 2, que ya está construido “en un 70%”.
“Este fue un sueño de Néstor Kirchner”, remarcó la jefa de Estado. Y agregó: “Uno siente que a lo sueños los puede ver dormido, pero hoy tuve la sensación de que los sueños también se pueden tocar despierto”.
Le falló la vista
Al comenzar su mensaje de ayer por cadena nacional y felicitar a los científicos participantes, Cristina lamentó que en el grupo que lideró el proyecto (la televisión mostró a cuatro de sus miembros), no hubiera mujeres.
Sin embargo, la mandataria fue advertida que ese comentario fue fallido, ya que la ingeniera Caumo estaba presente, junto con tres de sus colegas, sosteniendo una bandera argentina y sonriendo orgullosa por el logro alcanzado.
“Perdón, me equivoqué, es que ya sin lentes no veo nada”, bromeó la Presidenta, reconociendo su equívoco con humor.