Luego de una caída que dolió más de la cuenta en La Ciudadela, el fin del ciclo de Osvaldo Bernasconi parece cantado. Sólo falta el anuncio oficial.
Es que tras el 0-1, los principales dirigentes brillaron por su ausencia en la zona de vestuarios. Salvo Pablo Kasem y Mauricio Miguel, quienes se acercaron a hablar con el entrenador, el resto dejó el estadio en silencio.
El clima no era el ideal por lo que la reunión de urgencia que armó la CD debía realizarse en otro lugar y no en el estadio. Los miembros estaban convencidos de que este ciclo había finalizado, pero nadie lo anunciaba. Para colmo, horas más tarde, con el triunfo de Unión Aconquija confirmado, el sueño del ascenso directo sufrió otro mazazo.
“Tengo fuerzas para seguir. Superamos al rival y sólo nos faltó convertir”, dijo Bernasconi que además se enfrentó con LG Deportiva y otros medios que le consultaban sobre su posible salida. “¿Vos querés que me vaya?”, le preguntó al periodista que le consultó si daría un paso al costado.
Pero claro, faltaba conocer la opinión de una directiva que al parecer no podrá sostener el proyecto y que, de acuerdo a las circunstancias, toma la decisión de cambiar de capitán en medio del mar, mucho más tarde que lo indicado.
El equipo nunca jugó bien desde el inicio del proceso. Las dos derrotas en los clásicos amistosos, sumado a los interrogantes en el juego que dejaba en cada presentación hacían presumir lo peor.
Para colmo, protagonizó el peor arranque de torneo desde que el equipo cayó al Argentino A. Y la pregunta saltó al tapete de inmediato. ¿No hubiese sido mejor dar el volantazo un par de fechas antes, cuando el torneo aún daba esperanzas? ¿Fue error de la CD o soberbia de las cabezas de la comisión directiva?
Es que, según aseguraron desde el seno de La Ciudadela, la banca a Bernasconi era casi nula. “En la última reunión hicimos una votación y el 80% pensaba que el cambio de entrenador era la opción más saludable. Pero los dirigentes con más peso terminaron votando a favor de la continuidad e hicieron valer su posición para convencer a los demás”, dijo un vocero.
Ayer tras la caída, Luis Diarte, uno de los que, se supo, quería remover a Bernasconi de su cargo, estaba en llamas. El dirigente tuvo que ser asistido y calmado por sus pares. Hay quienes aseguran que el vicepresidente segundo podría dar un paso al costado debido a sus diferencias con Oscar Mirkin y Claudio De Camilo. LG Deportiva intentó en vano comunicarse con el “vice”. Otra clara muestra de que las cosas no están bien en La Ciudadela.
Los principales dirigentes se reunieron en una parrillada para determinar los pasos a seguir, pero al cierre de esta edición no habían resuelto nada. “Antes que nada queremos hablar con el DT, pero ni bien llegaron al hotel se desconcentraron. Aún no tenemos nada definido”, explicó De Camilo cerca de la medianoche.
Sin embargo, desde las sombras, varios dirigentes aseguran que el ciclo de Bernasconi está terminado. Al parecer, esta vez, ni Mirkin ni De Camilo podrán defenderlo.