En “Medianeras”, estrenada en 2011, el guionista y director Gustavo Taretto había exhibido su capacidad para bucear en las inquietudes de quienes viven encorsetados por el espacio y por sus propias dudas. “Las insoladas” mantiene el enfoque, aunque en un escenario muy diferente. Son seis mujeres, compañeras en las clases de salsa, quienes sueñan con viajar a Cuba de vacaciones las protagonistas de la historia. Todo gira entonces sobre ese encuentro entre Carla Peterson, Luisina Lopilato, Marina Bellati, Maricel Álvarez, Elisa Carricajo y Violeta Urtizberea.
La película es un registro de época, porque se sitúa en 1995, plena convertibilidad (un dólar igual a un peso) y esplendor neoliberal, cuando a mayor consumo -un viaje al exterior, por ejemplo- mayor estatus social.
Las amigas se reúnen en la terraza de un edificio para compartir esos anhelos, mientras el sol de diciembre castiga sin tregua. “Cada escena incluía al resto del grupo por más que se vieran muy poco -destaca Taretto-. Todas fueron espejos las unas de las otras. Cuando se me ocurrió la idea mucha gente del cine me preguntaba si estaba seguro de juntar seis mujeres en una película porque me iba a volver loco, pero no fue así; todo lo contrario”.