“Acojan a todos, sin discriminación”, les dijo el papa Francisco a los obispos. Algunos lo interpretaron como un anticipo de lo que se tratará en el próximo Sínodo Extraordinario sobre la Familia, y en contraposición a algunas voces disonantes, como la de cinco cardenales conservadores que escribieron un libro en el que critican cualquier posible apertura en la cuestión de los divorciados vueltos a casar. La publicación de los purpurados disidentes saldrá unos días antes de que empiece el sínodo.
“Acojan a todos, sin discriminación, ofreciendo la firmeza de la autoridad que hace crecer y la dulzura de la paternidad que genera. Y no caigan en la tentación de sacrificar vuestra libertad rodeándose de cortes, facciones o coros de consenso, ya que en los labios del obispo la Iglesia y el mundo tienen el derecho de encontrar siempre el Evangelio que nos hace libres”, les recomendó Francisco a los obispos según una publicación del diario La Nación. En la misa matutina en la capilla de Santa Marta, el Papa había dicho: “Se encuentra a Jesús en los pecados. No, no es una herejía”.
El dilema, la familia
El próximo sínodo de obispos analizará un diagnóstico de la situación de la familia hoy, fruto de las respuestas enviadas al Vaticano por episcopados, congregaciones y movimientos de todo el mundo. De este modo, según explicó el secretario general del Sínodo de los obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, serán consideradas las situaciones pastorales más difíciles derivadas de las “convivencia y uniones de hecho, separados divorciados, divorciados vueltos a casar y sus eventuales hijos”, los que se están en condiciones de “irregularidad canónica” o que piden casarse por la Iglesia “sin ser creyentes o practicantes”. También se contemplarán las familias con hijos integradas por matrimonios del mismo sexo. Todos ellos estarían incluídos dentro de una pastoral de la “misericordia.
Visita a Albania
El papa Francisco visitará mañana Albania, será la primera visita del pontífice a un país de mayoría musulmana. Se espera que allí haga un llamamiento a la tolerancia religiosa en un momento en que crece la movilización internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Cabe recordar que su viaje de regreso de Corea del Sur a Roma, en agosto, el Papa había alabado el gobierno de unidad nacional de Albania, calificándolo como un modelo de convivencia entre musulmanes, ortodoxos y católicos. “La presencia del papa (en Albania) le dirá a la gente en todo el mundo: ‘Miren, es posible trabajar juntos”, dijo Francisco en aquella oportunidad. También había expresado su intención de homenajear a las víctimas del régimen totalitario de Enver Hohxa, que fue uno de los más duros del bloque comunista.
El programa de la visita del papa, según consigna la agencia DPA prevé entrevistas en Tirana, la capital de Albania, con líderes políticos, incluido el primer ministro socialista Edi Rama, una misa en una plaza dedicada a la Madre Teresa, una reunión con líderes religiosos y una visita a un centro de atención para niños. El viaje a Albania coincide con la fiesta de San Mateo, una fecha importante para Francisco porque, según dijo, fue ese día del año 1953, cuando aún no había cumplido 17 años, cuando sintió la vocación de ser sacerdote.