El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, visitó el puerto de Mariupol en el mar de Azov, el último frente de combate en el conflicto con milicias separatistas prorrusas en el Este. En un acto ante civiles y combatientes prometió que “el enemigo sufrirá una derrota aplastante”, a pesar que hace apenas cuatro días firmó un cese de fuego y un plan de paz. La tregua en el Este ucraniano no parece tener mucha vida: las violaciones del alto el fuego y de disparos de artillería son continuos.