Artistas y miles de seguidores se confundieron detrás del mismo gesto de afecto en la multitudinaria despedida del músico Gustavo Cerati, fallecido ayer tras permanecer cuatro años en coma. La marca del movilizador adiós combinó el pulso juvenil de la mayoría de los seguidores del ex Soda Stereo con el tono formal de la institucionalidad que impuso un velatorio organizado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Más de diez cuadras de cola se formaron en los alrededores de la Legislatura en una procesión que continuará toda la noche, hasta hoy al mediodía. Un fuerte espíritu de congoja manifestaron sus colegas de la música, algunos presentes en las primeras horas del velatorio como Zeta Bossio, Pedro Aznar, Fena Della Maggiora, Dante Spinetta, Rodolfo García y otros que fueron sumándose a lo largo de la madrugada.
“Fue el mejor músico con el que estuve en un escenario”, alcanzó a decir Zeta Bossio, uno de los laderos de Cerati en Sosa. “Desbordaba talento y expresividad, Dejó un legado que vivirá por siempre y trascenderá generaciones”, aportó Aznar en todo reflexivo. También estuvo presente la ministra de Cultura la Nación, Teresa Parodi, y el responsable del área del gobierno local, Hernán Lombardi.
“Una enorme despedida espontánea lo acompaña en este momento. Le están devolviendo todo eso que dio un gran artista popular”, dijo, conmocionada, la artista y funcionaria. Un capricho del calendario determinó la coincidencia de la despedida con la entrega de los premios Carlos Gardel a la música, en el teatro Grand Rex, donde la entrega de cada galardón era la excusa para unas palabras obligadas hacia Cerati.
La despedida popular del ex Sosa Stéreo comenzó a las 16 cuando se abroqueló sobre Diagonal Sur el primer seguidor dispuesto a una paciente espera. Si bien anunciada para las 21, las demoras naturales de la organización postergaron más de una hora el comienzo. Con disciplina, pero a la vez con fervor, los seguidores a menudo elegían matizar la espera con el canto colectivo de las canciones del músico.
Finalmente, a las 22.12 se abrieron las puertas de la Legislatura y de poco los seguidores comenzaron a subir al primer piso de la Legislatura atravesando un recodo formado por numerosas coronas y mensajes de despedida. El deceso del músico de 55 años se precipitó esta mañana a través de un paro cardiorespiratorio en la clínica Alcla, del barrio porteño de Belgrano.
Cerati estuvo cuatro años en coma producto de un accidente cerebro vascular que había sufrido en Caracas, Venezuela, poco después de ofrecer su último recital, el 15 de mayo del 2010 en la Universidad Simón Bolívar.
Tras el ACV, el músico estuvo internado cinco meses en la Clínica Fleni en Buenos Aires para luego ser trasladado a Alcla, de menor complejidad. En ese extenso derrotero, Cerati fue centro de numerosos homenajes y muestras de afecto de sus colegas y seguidores, escena que ahora repitió con su deceso.