WASHINGTON-BAGDAD.- Los combatientes kurdos peshmerga y el Ejército de Irak comenzaron una ofensiva para expulsar a los extremistas de la milicia Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) de la ciudad de Tikrit, en el norte del país, donde ya anunciaron los primeros avances, según fuentes oficiales y medios locales. Según medios estatales, las fuerzas del gobierno tomaron el edificio del ayuntamiento de la provincia de Saladino en Tikrit tras expulsar a los yihadistas. Además, las tropas, que recibieron ayuda de combatientes tribales locales, conquistaron algunos edificios de la universidad y el hospital general de la ciudad.
Los soldados de tierra, respaldados por helicópteros militares, habían comenzado horas antes a atacar a los milicianos desde tres puntos diferentes en el oeste y el sur de la ciudad natal de Saddam Hussein. La ciudad, situada a sólo unos 170 kilómetros de Bagdad, fue tomada por los yihadistas en junio y varios intentos por retomar su control fracasaron hasta ahora. La operación no parece fácil, pues los yihadistas suelen dejar las zonas plagadas de minas que es necesario retirar. Las fuerzas mixtas iraquíes y kurdas desactivaron cuatro barriles de explosivos que habían sido colocados en las compuertas de la represa de Mosul, en el norte de Irak, así como otros 140 artefactos en las inmediaciones del dique, recapturado de manos de islamitas radicales
Los kurdos están siendo apoyados desde el aire por aviones de combate estadounidenses, una operación que aún “llevará un tiempo”, según reconoció el presidente Barack Obama.
“No debería haber dudas de que las fuerzas militares de Estados Unidos seguirán llevando a cabo las operaciones limitadas que he autorizado”, señaló. Las operaciones en Tikrit aseguraron las líneas de suministro del gobierno y cortaron las de los islamitas, que se refugiaron en las áreas residenciales. Pero, Obama reiteró que no se volverá a enviar miles de soldados a suelo iraquí y elogió la toma de la presa de Mosul como un paso importante.
La presa, construida en los años 80, es clave en el abastecimiento de agua y de electricidad en Irak, pero requiere importantes reformas. Los expertos llevan años alertando sobre su decadencia.
Mientras tanto, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, consideró que la comunidad internacional está obligada a frenar el avance del ISIS en Irak. “Son terroristas y representan una amenaza no sólo para Irak, sino para el mundo entero, si no frenamos su avance”, dijo en el estudio en Bruselas de la emisora alemana WDR/NDR.
Rasmussen reiteró que la decisión de suministrar armas a los kurdos le corresponde a los estados miembro de la alianza y reiteró que en estos momentos no está a debate una intervención de la OTAN en Irak como la de Afganistán.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) inició una acción de ayuda para medio millón de habitantes en el norte de Irak: a partir de hoy llevará a cabo durante cuatro días transportes aéreos desde Jordania a Erbil, capital del Kurdistán iraquí. Según Acnur la mayoría de refugiados viven en escuelas, mezquitas, iglesias o en obras. Se calcula que unos 1,2 millones de iraquíes huyeron de la violencia desde comienzos de año ante el avance de los yihadistas. (Télam)