Desde las 9 de hoy, en la facultad de Arquitectura se desarrollará una asamblea clave: la primera en 89 días de huelga en la que los docentes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) analizarán una oferta dineraria, elevada por las autoridades de la casa de Terán.
La eventual aceptación de la propuesta significaría el levantamiento de la medida de acción directa. A su vez, el posible cese de este paro implicaría la liberación del Rectorado, que desde el 28 del mes pasado permanece tomado por estudiantes que apoyan a los docentes. La asamblea estudiantil que resolvería el fin de la toma iniciará a las 13 de hoy, precisamente cuando se conozca la decisión a la que hayan llegado los docentes.
El ofrecimiento que debatirán los educadores quedó plasmado en un acta que se labró tras una reunión que se realizó el viernes en el Rectorado. Participaron la rectora, Alicia Bardón, el vicerrector, José García, los dirigentes de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt) Oscar Pavetti (secretario general), Walter Díaz (prensa) y Ariel Osatinsky (finanzas), y 11 decanos: Héctor Navarro (Agronomía), Olga Paterlini (Arquitectura), Silvia González (Bioquímica), Luis Jiménez (Económicas), Sergio Pagani (Exactas), Adela Seguí (Derecho), Beatriz Silva (Educación Física), Mercedes Leal (Filosofía), Ricardo Zelaya (Medicina), Liliana Zeman (Odontología) y Rosa Castaldo (Psicología).
“La UNT ofrece una suma adicional por fortalecimiento docente de $ 1.000 por encima del salario para cada docente de grado a partir del 1 de agosto y hasta la apertura de la próxima paritaria”, dice el primer punto del acta. El beneficio alcanza también a los docentes de las siete escuelas medias de la UNT, aunque algunos cobrarán menos de $ 1.000. “En el caso de docentes preuniversitarios, el adicional se otorgará a los que dictan 15 horas o más. Se aplicará de manera proporcional a los que dictan menos cantidad de horas”, precisa el documento. Fuentes cercanas a uno de los Decanatos que participaron confiaron a LA GACETA que el dinero, unos $ 5 millones por mes, provendrá mayormente de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, y el resto saldrá de recursos de la UNT.
Expectativa manifiesta
De alguna manera la expectativa de los docentes quedó manifiesta en la masiva participación de estos de la sexta marcha de antorchas, que se realizó hacia el anochecer del viernes. En la ocasión, tanto los discursos de los dirigentes como las opiniones personales de las bases refirieron al hecho de que por primera vez en casi tres meses ininterrumpidos de huelga las autoridades habían acercado una oferta que implicaba dinero en el bolsillo. Precisamente, algunas voces recordaron que este reclamo había dado origen a la medida.
El 23 de mayo, los docentes iniciaron un paro por tiempo indeterminado. Esta modalidad se mantuvo durante lo que restaba para que finalice el primer cuatrimestre, tanto en las facultades como en las escuelas experimentales. Al comenzar el segundo cuatrimestre, los docentes flexibilizaron parcialmente la medida de fuerza: mientras en las unidades académicas continúa el paro “duro”, en las escuelas medias realizan huelgas rotativas de 48 horas semanales.
Al inicio del conflicto reclamaban un aumento salarial del 40%, en un pago y retroactivo a enero. El 30 de junio la Nación dio por cerradas las paritarias; según los funcionarios, la suba promediaba el 31%, en varias cuotas. En el ámbito local, Adiunt reclama que las autoridades de la UNT den un plus de emergencia y que el proceso de reforma del estatuto inicie durante la primera quincena de octubre, para que se incorpore carrera docente y plena ciudadanía para los preuniversitarios. Sobre este punto, la UNT reiteró su voluntad de fijar el 30 de octubre como fecha de inicio de la reforma. La última palabra la tendrá, sin embargo, el Consejo Superior.