SEUL, Corea del Sur.- El papa Francisco llamó hoy a los coreanos a la reconciliación y rezó especialmente por los cristianos que están siendo perseguidos en Irak, en el último acto de su visita de cinco días a Corea del Sur, informó la agencia Reuters.
El jefe de la Iglesia católica celebró una misa por la paz y la reconciliación en la catedral de Myeongdong en Seúl para unos 1.000 invitados, incluida la presidenta surcoreana, Park Geun Hye. Las autoridades norcoreanas se negaron a enviar una delegación.
"La misa de hoy es sobre todo y principalmente una oración por la reconciliación en esta familia coreana", dijo el papa en su homilía. "Lo que desde un punto de vista humano parece imposible, irrealizable y, quizás, hasta inaceptable, Jesús lo hace posible y fructífero mediante la fuerza infinita de su cruz", agregó.
Mientras pronunciaba su discurso, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron unas maniobras militares de dos semanas de duración que fueron condenadas por Corea del Norte, que añadió que se merecen una respuesta "con un martillo de hierro implacable".
El día en que Francisco inició su visita al país, el 14 de agosto, Pyongyang disparó cinco misiles al mar. El gobierno comunista dijo que la acción no tuvo relación con la llegada del papa, sino que se realizó para celebrar el aniversario de la independencia de Corea del Norte de Japón.
Durante la misa, el pontífice, de 77 años, llamó a los coreanos a "rechazar con firmeza una mentalidad fundada en la sospecha, en la confrontación y la rivalidad, y promover, en cambio, una cultura modelada por las enseñanzas del Evangelio y los más nobles valores tradicionales del pueblo coreano".
También los llamó a actuar "en favor de los más desfavorecidos, los marginados, cuantos carecen de trabajo o no participan de la prosperidad de la mayoría". En un añadido no previsto, el sumo pontífice mencionó al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien lo iba a acompañar en el viaje pero en vez de eso fue enviado a Irak a distribuir ayuda.
Francisco oró "por todas las minorías religiosas que sufren en ese país". Y en un mensaje en Twitter también publicó: "Señor, que, ante tanta violencia en Irak, perseveremos en la oración y en la generosidad".
Cuando el cardenal de Seúl, Andrew Yeom Soo Jung, le agradeció a Francisco por la primera visita papal en 25 años, los asistentes estallaron en aplausos, que se repitieron cuando el religioso abandonó la catedral. Antes de la misa, el papa se reunió con siete ex esclavas sexuales coreanas explotadas por las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial, quienes están reclamando una disculpa oficial y una compensación de parte del gobierno en Tokio.