Si el sábado había sido la antesala de una película de terror para César Monasterio y el resto de los participantes veteranos del Abierto de Escocia, este domingo que se fue terminó hundiendo a la mayoría de los que picaban en punta para llevarse el título del certamen válido por el Senior European Tour.

Y “Okín”, que partía como líder y con tres golpes de ventaja sobre sus perseguidores, no fue la excepción. Culpa de ráfagas que superaron los 30 kilómetros, se tornó imposible jugar en el campo ubica en Fairmont St. Andrews. El Tucumano hizo lo que pudo, pero cuando falló le costó demasiado recuperarse. Terminó presentando una tarjeta final de 79 golpes (+9) y un total de 216 (par) que apenas le alcanzaron para compartir con otros tres rentados el puesto de escolta.

El único del día que pudo bajarle el par a la cancha fue el inglés Mark Davis, quien firmó 71 (-1) y con un acumulado de 211 (-5) se llevó el premio mayor de alrededor de 40.000 euros y el trofeo de campeón. Lástima lo de “Okín”, que pronto tendrá revancha.