El reloj que marca las horas de fútbol en La Ciudadela está parado. Desde ayer y hasta mañana nada más. Se trata del fin de semana libre que Osvaldo Bernasconi le dio a su San Martín sabiendo que será el último en varios meses, porque en el sábado se pondrá en marcha el Federal A y ya no habrá tiempo de relax.
“Espero que terminen de acomodarse los que deben traer sus familias y que vean el tema alojamiento”, dijo el “profe” tras la práctica del viernes. Sin embargo, para muchos en el plantel fue la mejor ocasión para despejar la mente y olvidar por un momento las obligaciones colectivas y tranquilizarse.
“Venimos de una pretemporada con trabajos que fueron duros y también de amistosos en donde no siempre tuvimos los mejores resultados. Entonces lo mejor ahora es estar con la familia”, coincidieron los jugadores, desde los tucumanos que se quedaron en casa hasta los que partieron a sus provincias.
Pero no todos en el plantel pasaron por la misma situación: Edgardo Díaz fue el último refuerzo en llegar y lleva una semana de entrenamiento con el equipo. Así que el descanso le cayó de manera anticipada. “Ya fui al gimnasio. Está todo tranquilo acá, se fueron todos y me quedé solo en el hotel, ja ja”, ríe el sanjuanino sin planes de viaje.
Díaz es de esos que se la pasará aclarando la mente, bajando un poco las pulsaciones. “Por el momento lo estoy disfrutando. Viendo un poco de fútbol y descansando porque la semana fue dura para mi”, dice con razón, porque como a todos, la primera semana de la puesta a punto le costó en serio.
El volante izquierdo hasta tuvo la chance de mostrarse en el equipo titular, cuando el DT hizo fútbol en el estadio y probó algunos nombres. Pero él no piensa vivir de ilusiones, sino de realidades. “El DT sabe y se que no estoy bien físicamente , así espero mi chance tranquilo. Me estaba entrenando solo antes de llegar, en cambio los chicos ya llevan dos meses”, analiza. Por eso la decisión de visitar el gimnasio pese al tiempo libre. Quiere aprovechar para alcanzar a sus nuevos compañeros, al menos en el aspecto físico.
“Ellos están mejor que yo, más rápidos. A mi me falta laburar más con ellos y hacer reducidos, más fútbol y diferenciado con el profe. Tengo que ir complementando”, cuenta “Edi”, que para cumplir sus planes deberá esperar la vuelta a las prácticas, mañana por la tarde.
La tonada cuyana de Díaz no se borra en ningún momento y aprovecha la ocasión para contar lo feliz que está con el nuevo equipo. “Los chicos me tratan muy bien así que uno se pone feliz por eso. Los veo unidos y con ganas y de esta manera puedo llevar el día a día en Tucumán más sereno”, cuenta, soñando como todo San Martín con lo que viene, pero entendiendo que como último en llegar deberá apoyar primero desde afuera, hasta que llegue el turno de jugar.
Algo más de gimnasio y unos cuantos mates de por medio en la habitación aparecen en los planes de Díaz para estas horas. Aunque si aparece algo más, bienvenido sea... “¿Qué hay para hacer?” pregunta, pero la respuesta no le convence del todo. “¿Al cerro? Naaa, ¿solo? Paso. Dejame descansando en el hotel, ja”.