Por Jorge Neri, DYN

Con la urgencia de contratar al técnico de la Selección y ante el comienzo de un nuevo modelo de campeonatos, la dirigencia del fútbol argentino empezará a transitar la nueva era sin Julio Grondona, el presidente de manejo personalista durante los últimos 35 años.

La AFA reabrirá sus puertas para las tareas administrativas y se aguarda tal vez que mañana el vicepresidente primero, Luis Segura, reciba un formal respaldo como nuevo titular hasta la Asamblea del 25 de octubre próximo en el que se definirá el sucesor. Pese a que fue filmado durante el Mundial vendiendo entradas, no tendría escollos de parte de sus pares de Comité Ejecutivo que todavía deben elegir al DT que reemplazará al exitoso Alejandro Sabella.

Gerardo Martino es el favorito, luego que Diego Simeone, el elegido por Grondona, confirmara que seguirá en el Atlético Madrid. Hay problema: el 3 de setiembre Argentina jugará un amistoso contra Alemania, flamante campeón del Mundo.

Pero más allá de estas urgencias, las aguas de la política dirigencial no estarán calmas por mucho tiempo más. “Si hubo dirigentes que intentaron hacer cambios estando Grondona, imaginate lo que se viene”, dijo un directivo.

Pero en estos tiempos en los que el Estado Nacional tiene negocios con la AFA, no estarán sólo en la disputa grondonistas y no grondonistas, sino kirchneristas y no kirchnernista, y encima de cara a un año electoral donde el oficialismo comulgó con el fallecido dirigente y la oposición fue duramente crítica.

La AFA tiene ya armado su torneo de transición que no agitará aguas hasta diciembre, pero el año que viene será otra la historia. En ningún torneo del mundo hay 30 equipos en la máxima categoría. Fue diagramado por Grondona, avalado por el Gobierno, con plena incidencia en los organigramas del fútbol a partir de los miles de millones que lleva puesto en la televisación, y aprobado con muchos dirigentes masticando bronca.

Los directivos saben que el problema no son los ascensos masivos sino que se presentarán cuando se quiera recomponer un torneo con un número acorde, como los 20 actuales, y deban descender varios. Este punto es preocupación de varios dirigentes, en especial de los que ya están en Primera.

Además de tener que negociar con el Gobierno, como Grondona lo hizo, sea por los ingresos o la moratoria con la AFIP, la dirigencia deberá también estar atenta con que los clubes estén al día con el pago de los salarios. Don Julio se encargó en los últimos años de acordar con el titular de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, los comienzos tranquilos de los torneos, logrando el dinero para que el club levante las inhibiciones. Pero él ya no está.