Según la tradicional revista GeoSalud, existen dos tipos de aguas termales de acuerdo a su origen geológico: las magmáticas y las telúricas. El tipo de terreno del que aparecen es una de las principales diferencias entre ambas. Las aguas magmáticas nacen de filones metálicos o eruptivos, mientras que las telúricas pueden aparecer en cualquier lugar. La temperatura de las aguas magmáticas es más elevada que la telúrica. Pues la primera tiene por lo general temperaturas mayores a los 50º centígrados, mientras que las de origen telúrico pocas veces superan esta cifra. De ahí que se deduce que las termales de Taco Ralo son telúricas.
El agua mineralizada caliente de las “termas” tiene diferentes efectos en el cuerpo humano. Algunos estudiosos las dividen en tres: biológica, física y química. El baño en aguas termales aumenta la temperatura del cuerpo, matando gérmenes, entre ellos virus. Además aumenta la presión hidrostática del cuerpo, por lo que se incrementa la circulación sanguínea y la oxigenación. Este aumento en la temperatura ayuda a disolver y eliminar las toxinas del cuerpo.
Menos dolor
Las principales beneficiadas por las aguas termales serían las enfermedades reumáticas crónicas.
También las dolencias que generan neuroparálisis central y periférica (porque colabora a su recuperación funcional), las metabólicas como la diabetes, la obesidad y la gota.
Aparecen además los problemas gastrointestinales, las patologías respiratorias leves y los problemas de circulación. Por supuesto que siempre es recomendable consultar al médico antes de utilizar la terapia con aguas termales.