QV4 vuelve a empezar. De estar en la cima de la popularidad hasta el año pasado, en 2014 pasó al ostracismo y no por voluntad de Daniel Saldaño y Agustín Pérez Albert (Gustavo Parrado encaró un nuevo proyecto individual hace meses), sino por la ruptura con la firma cordobesa Kano Producciones, con escándalo y acusaciones judiciales de por medio.
“Llevamos cuatro meses sin poder trabajar, desaparecidos del mapa, porque la productora registró el nombre como propio y no lo podemos usar. El contrato de exclusividad seguía vigente, pero hemos iniciado un juicio por presunta estafa y le pedimos a la Justicia que investigue porque sospechamos de una doble facturación en nuestro perjuicio. Siempre hemos querido hacer las cosas bien y legalmente, y recién ahora pedemos decir que desvinculamos de esa gente”, afirmó Pérez Albert.
El grupo cobraba un cachet proporcional de los ingresos netos, como es habitual en todos los espectáculos. Según el acuerdo con la producción, con la que tenían ocho años de relación, se le debe presentar a los artistas un informe mensual detallado con facturas sobre las contrataciones realizadas, los pagos, los gastos, los costos de una función y demás erogaciones. Sobre el resultado, se determinaba el porcentaje para cada parte.
Si bien las sospechas sobre posibles diferencias económicas comenzaron el año pasado, la cuestión explotó en marzo, luego de la actuación de QV4 en Cosquín y de cumplir otros compromisos. “Empezamos a ver cosas raras. Nos dijeron que no había contratos ni nos mostraron facturas, y nos aseguraron que nos habían vendido a un precio determinado, pero luego empresas y municipalidades nos dieron copias de contratos con otro monto. Frente a la negativa de mostrar informes encaramos la vía legal con el abogado Ignacio Arrigoni. Les mandamos tres cartas documentos; reaccionaron cuando les informamos que íbamos a ir a la productora con un escribano. Cuando iniciamos la demanda penal, resolvimos el contrato”, recordó.
El músico aseguró que “el monto del perjuicio que sufrió el grupo es incalculable y lo debe definir la Justicia”. “Cualquier familia se resiente en este tiempo sin trabajar, hemos puesto el hombro pero es muy difícil. Esta situación nos da un poco de vergüenza porque nunca pensamos atravesarla en estos años de trayectoria”, agregó.
Pérez Albert adelantó que accionaron en Buenos Aires para que la marca QV4 vuelva a sus dueños originales. “Los artistas tenemos un defecto: nuestro mundo es el de hacer arte, y en estos meses hubo días en que queríamos tirar todo o comenzar con otro nombre. Pero ahora volvemos, en este mes haremos un show en Tucumán y estamos preparando la temporada de verano”, dijo, y anunció que todo contacto debe hacerse a través de su nueva página de Facebook, QV4 Oficial, que se completa con la leyenda “qué lindo es volver a verte”.