Tras meses de calma, la Casa de Gobierno “revivió” ayer. Los cambios en el Poder Ejecutivo colmaron los pasillos de dirigentes y de funcionarios. Las escenas políticas se sucedían puertas adentro de los despachos casi en simultáneo. Cerca del mediodía, el ministro de Gobierno y Justicia, Edmundo Jiménez, retiraba algunas de sus pertenencias de la oficina que ocupa desde 2003. Su par de Seguridad, Jorge Gassenbauer, analizaba a esa hora sobre su escritorio los organigramas de las áreas que conducirá. El legislador oficialista Marcelo Caponio, en tanto, entraba y salía de la Gobernación y del Ministerio de Seguridad.

Durante la mañana, el gobernador, José Alperovich, había confirmado el anuncio de LA GACETA de que propondría a Jiménez como reemplazante de Luis De Mitri en el Ministerio Público Fiscal. También que el Ministerio de Seguridad, a cargo de Gassenbauer, absorbería el de Gobierno y Justicia. Bajo la órbita del “superministro” quedarían las secretarias de Gobierno, conducida por Marcelo Caponio, y la de Seguridad, en la que se mantendrá Paul Hofer.

“Si hay algo que me preocupa es la seguridad. Estamos convencidos de que se debe trabajar para mejorarla, junto con la Justicia. Esta es la indicación que le di al futuro ministro (por Gassenbauer). Trabajaremos juntos, para que se esclarezcan antes los delitos y para que no salgan los presos (sic)”. Así justificó Alperovich las modificaciones en su gabinete.

Después, expresó que se decidió por Jiménez porque lo considera “un hombre de bien”. “Es una persona intachable y nadie puede decir nada de él”, aseguró.

Por último, Alperovich cargó contra la oposición por cuestionar la designación del ministro. “Críticas va a haber siempre, nombre al que nombre. En estos 11 años, ¿me ayudó en algo la oposición? En nada, todo han votado en contra, todo es denuncia penal y palo en la rueda. Seguro cometimos errores, pero hemos hecho mucho. El día que me toque ser oposición, a las cosas que estén bien las voy a aprobar y a las que estén mal, las voy a criticar. Pero no puede ser que cada acto de Gobierno derive en una denuncia penal”, fustigó.

Cómo sigue el proceso

El gobernador está facultado para designar discrecionalmente al ministro fiscal y pupilar. La Constitución provincial establece que el candidato elegido por el jefe del Poder Ejecutivo debe recibir el acuerdo de la Legislatura.

Alperovich envió ayer el pliego de Jiménez a la Legislatura. La Cámara celebraría una sesión especial el miércoles. Fuentes del bloque mayoritario oficialista “Tucumán Crece” confirmaron ayer que el acuerdo es un hecho. Un miembro confiable del alperovichismo comentó que Jiménez espera estar en sus nuevas funciones a fines de la semana próxima.

En el mismo debate, se tratará la unificación de los ministerios de Gobierno y Justicia y Seguridad y la licencia para Caponio. El legislador, que había ocupado la Secretaría de Gobierno hasta 2011, dejará su banca a quien le seguía en la lista, el sindicalista Roque Brito.

A principios de mayo, De Mitri notificó a la Corte Suprema de Justicia provincial que había iniciado su trámite de dimisión, condicionada a una respuesta de la Anses. A mediados de junio, el organismo le concedió el beneficio (con el 82% móvil). Era el jefe de los fiscales y de los defensores oficiales y el artífice de la política criminal, entre otras funciones. Además, integraba la Junta Electoral Provincial.

Jiménez, de 69 años, había sido secretario de Gobierno de Ramón “Palito” Ortega; es ministro de Gobierno desde la primera gestión de Alperovich, en 2003, y se desempeña como secretario del Partido Justicialista (PJ) local.

Además de atender las relaciones del Gobierno con los gremios estatales, tuvo un activo rol en la interacción entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Entre 2003 y 2006, casi 100 nombramientos de jueces pasaron por sus manos debido a la cancelación del Consejo de la Magistratura. En 2011, propició y avaló la conformación de acoples “alternativos” a los del Frente para la Victoria (FpV) en el interior y en la capital.