“Esta guerra no es contra los palestinos, ni contra los árabes, ni contra los musulmanes; esta guerra la desencadenó la organización terrorista Hamas contra el Estado de Israel, y tanto es así que cuando Egipto, la Liga Árabe y la ONU pidieron a Israel y a Hamas un cese del fuego, Israel aceptó y Hamas lo rechazó”. Este concepto lo expuso Víctor Zajdenberg, un experto en cuestiones del Cercano Oriente y miembro del consejo directivo de la DAIA, quien disertó anoche en la Kehilá de Tucumán.
Zajdenberg vino desde Buenos Aires para participar de una jornada de esclarecimiento sobre el conflicto desencadenado en Cercano Oriente, que organizó la Kehilá.
Según Zajdenberg, uno de los problemas para dimensionar el conflicto es que “mientras Israel defiende con su ‘cúpula de hierro’ a su población, Hamas no sólo coloca a los civiles por delante de los misiles, sino que además los obliga a subir a los techos de los edificios desde donde disparan misiles”. En diálogo con LA GACETA, sostuvo: “por supuesto que todos deseamos la paz y damos como ejemplo la convivencia actual que hay entre Israel la Judea y Samaria, en manos de la Autoridad Nacional Palestina, quienes en lugar de despilfarrar el dinero que reciben en armas o misiles, lo utilizan, lo invierten en Ramalah y otras ciudades para construir escuelas, supermercados y shoppings como cualquier país normal”. Gran cantidad de público asistió a la charla que se inició con la proyección de un video que ilustró el sentimiento y las vivencias de los israelíes ante este cuadro de situación.