Sin dudas, Julio Grondona ha marcado una huella imborrable en la dirigencia deportiva nacional e internacional. En tanto tiempo que estuvo al mando de AFA, fue el precursor de grandes cambios y llegó a poner al fútbol argentino en el nivel de las grandes federaciones mundiales. Está claro que quedan cosas por corregir, pero le faltó tiempo para hacerlo, esa es la realidad. Por supuesto, la noticia de su fallecimiento me causa sorpresa y dolor. ¿Qué va a pasar? Fue todo tan repentino, pero estimo que pronto la mesa chica del Comité Ejecutivo va a resolver cómo continuar. Hay muchos compromisos por delante y estamos en una etapa de reestructuración histórica de la cual Grondona es el propulsor. Espero que su fallecimiento no entorpezca el desarrollo de los campeonatos como estaba pautado y que los clubes no se vean afectados económicamente. Estuve tres veces con él, una cuando aún no era dirigente, después ya en esa condición. Era dueño de una gran personalidad, y aunque parecía un patrón de estancia, era de consultar las cosas. Eso sí, él tenía la última palabra. Es una gran pérdida para el fútbol.
Precursor de los grandes cambios
Por Darío Zamoratte, presidente Liga Tucumana de Fútbol.