BUENOS AIRES.- Tras la reunión de tres horas llevada a cabo ayer en las oficinas de Manhattan del mediador judicial, Daniel Pollack, las negociaciones entre la Argentina y los holdouts se mantienen estancadas, dado que el país se negó a entablar un diálogo “cara a cara” con los representantes de los bonistas, pese a un pedido expreso del delegado del juez Thomas Griesa.
“Las cuestiones que separan a las partes siguen sin resolverse en este momento”, afirmó Pollack en una declaración a la prensa que reportaron agencias internacionales. Asimismo, el mediador afirmó que “el tiempo de la República para evitar el default es corto”, refiriéndose a la fecha tope del 30 de julio e informó que las rondas de reuniones seguirán hoy a partir de las 10.
Luego del encuentro de ayer, Pollack informó que inició las consultas “por separado con funcionarios argentinos y representante de los tenedores de bonos”. “Después de hablar con ambas partes, por separado, propuse e insté a directas conversaciones cara a cara entre las partes”, reveló el mediador.
Pollack explicó luego que “los representantes de los tenedores de bonos aceptaron las negociaciones directas”, pero que “los representantes de la República se negaron”.
“La estrategia del país parece ser no dejar antecedentes de que se negocia con los fondos porque teme a la RUFO”, interpretó un abogado argentino con oficinas en Nueva York.
La reunión que se realizó en Manhattan se extendió por espacio de tres horas -entre las 13,30 y las 16,30- y no arrojó avances debido a que los representantes de la Argentina no aceptaron dialogar directamente con los fondos buitre. La comitiva argentina estuvo integrada por los secretarios de Finanzas, Pablo López; Legal y Administrativo, Federico Thea, y la Procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.
Pollack no especificó el contenido posterior de las deliberaciones, pero sostuvo que “las cuestiones que separan a las partes siguen sin resolverse en este momento”. Añadió que “el tiempo de la República para evitar el default es corto”, a partir de que el 30 de julio se cumplirán los 30 días desde que debía acreditarse el dinero en la cuentas de los bonistas regulares, procedimiento que impidió Griesa.
En tanto, en Buenos Aires, el ministro de Economía, Axel Kicillof, mantuvo contacto directo con la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, desde el inicio de la jornada.
Por su parte, a través de un comunicado, el fondo NML Capital acusó a la Argentina “de absoluta falta de voluntad para resolver el problema”. Afirmó que “hoy la Argentina dejó en claro que eligió ir al default la próxima semana”. El grupo agregó que el país “volvió a negarse a negociar cualquier aspecto del litigio”.
Por otro lado, el fondo que lidera el millonario Paul Singer presentó en el estado de Nevada, Estados Unidos, un pedido de embargo sobre los bienes del empresario kirchnerista Lázaro Báez en ese país, en el marco de la pelea de la Argentina con los holdouts.
Ayer, la delegación argentina solicitó nuevamente una medida cautelar -stay- para evitar el default antes del 30 de julio y un “instrumento financiero que brinde seguridad a la República respecto de los riesgos asociados a la cláusula RUFO”.
Durante la reunión, según un comunicado que envío el Ministerio de Economía, se señaló que “si los litigantes no proveen dichas garantías a la República, un stay sigue siendo la mejor opción para permitir que se avance hacia una solución en condiciones justas, equitativas, legales y sustentables para el 100% de los bonistas”. En este sentido, la delegación expresó “su preocupación por la falta de resolución del Juez Griesa en la Audiencia del pasado 22 de Julio, respecto de las mociones y alternativas presentadas ante la Corte”. (DyN-Reuters)
LA PROTECCIÓN JURÍDICA RECLAMADA
1
La Argentina requiere una protección contra juicios de bonistas de deuda reestructurada o una medida cautelar (stay) que permita pagarles.
2
Un “stay” es una medida cautelar que le permitiría al país seguir honrando sus deudas mientras negocia con los “holdouts”.
3
La cláusula RUFO impide ofrecer voluntariamente mejores condiciones de pago a bonistas que no ingresaron al canje en 2005 y en 2010.
4
Sin aquella cláusula, el país corre el riesgo de que los acreedores que canjearon su deuda pidan igual trato si arreglan con los “holdouts”.