PARÍS.- La actividad aerocomercial mundial sufre, probablemente, las horas más dolorosas de su historia: en tan solo ocho días tres aeronaves han protagonizado tragedias de enorme magnitud. Primero fue el avión derribado en Ucrania, luego el vuelo estrellado en Taiwán y ayer la caída de un MD-83 en Mali, al norte de África.
El 17 de julio ocurrió el probable derribo del Boeing 777-200 de Malaysia Airlines cuando viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur a su paso por el Este de Ucrania: murieron 298 personas, 193 de las cuales eran holandeses, 43 malasios (entre ellos 15 miembros de la tripulación) y cuatro alemanes, entre otros. El miércoles, al menos 48 personas murieron durante el aterrizaje de emergencia de un avión regional ATR 72 de la aerolínea taiwanesa Transania, en Taiwán. El avión se accidentó durante una tormenta y cayó en un pueblo cerca de su destino, el aeropuerto Magong de Penghu.
Ayer de madrugada, un McDonnell Douglas MD83 de la aerolínea española Swiftair, en un vuelo gestionado por la empresa argelina Air Algérie, con 116 personas a bordo se estrelló en territorio de Mali. A bordo del avión, que viajaba entre las capitales de Burkina Faso y Argelia (Uagadugú-Argel), había seis tripulantes españoles. La mayoría de las víctimas, medio centenar, son francesas.
El avión había desaparecido de los radares en la región de Gao, a unos 500 kilómetros de la frontera con Argelia. El último contacto con la torre de control se tuvo cerca de Níger, cuando el piloto indicó que había mal tiempo. Fue encontrado en una área semidesierta a unos 90 kilómetros al sur de Gao, en la región de Gossi, Mali.
El presidente francés, François Hollande, reconoció que lo más probable era que el aparato se hubiera estrellado. Según el mandatario, los pilotos cambiaron de ruta debido a las “difíciles condiciones meteorológicas”.
La misión de la ONU y los soldados franceses desplegados en Mali fueron movilizados para localizar al aparato. París envió además dos jets militares del tipo Mirage 2000 estacionados en la base francesa de Chad para buscarlo. A pesar de que la paz fue restablecida en la región, las fuerzas francesas y de Mali siguen enfrentando ataques de insurgentes vinculados a la red terrorista Al Qaeda.
Tras el presunto derribo del Boeing 777-200 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, se especuló con que el avión argelino podría haber sido objetivo de un ataque insurgente. Sin embargo, los analistas franceses dudaron de que los rebeldes puedan poseer misiles capaces de derribar un avión en pleno vuelo. En cualquier caso, París inició una investigación.
El avión que se estrelló en el norte de África tiene un historial de vuelos con distintas compañías, entre ellas, Austral Líneas Aéreas, perteneciente al grupo Aerolíneas. Mientras prestó servicios para la línea de bandera argentina, realizó vuelos a Tucumán.
El MD-83 cuyo número de construcción es 53190 y su número de línea es 2148 fue terminado de construir en junio de 1996 y entró ese año con la matrícula SU-ZCA en la aerolínea egipcia Heliopolis. Después, pasó a manos de Ansett Worldwide (AWAS), que presta servicio de leasing de aviones. A través de AWAS, lo utilizó la colombiana Avianca en 1998 y 2000 y de 2000 a 2006. Y el 17 de enero de 2007, comenzó a volar para Austral con la matrícula LV-BHN, y lo siguió haciendo hasta marzo de 2012. Desde el 24 de octubre de ese año, el avión tiene la matrícula EC-LTV y es parte de la flota de la española Swiftair.
El accidente podría ser el peor para Francia desde el del vuelo 447 de Air France en pleno Atlántico en junio de 2009, que dejó 228 muertos, 72 de ellos franceses. Para Argelia se trata del segundo desastre en seis meses, después de que en febrero un Hercules C-130 se accidentara en el noreste del país dejando 77 muertos. (Télam-DPA-especial)