Los cuatro policías que están acusados por el crimen de Adrián Alejandro Astorga, ocurrido en el barrio San Martín el domingo a la noche, declararon ayer ante el fiscal Washington Navarro Dávila y negaron haber realizado disparos contra alguna persona, según contó su abogada Julieta Jorrat. A la noche, el juez de Instrucción de la I° Nominación, Alejandro Tomas, ordenó que quedaran detenidos.
Los policías Juan Víctor Espíndola, Rodrigo Sebastián Gallardo, Bruno Carmelo Ciolfo y César Luis Farías, que trabajan en el 911, habrían sido coincidentes en sus declaraciones al afirmar que se había realizado una persecución cuando observaron a una moto circular por las calles del barrio San Martín, luego de haber sido alertados de que había ocurrido un arrebato. En el rodado iban dos personas.
“Ninguno atentó contra la integridad de esa persona (por la víctima). Ninguno disparó”, dijo ayer la abogada Jorrat, una vez que los policías finalizaron su declaración.
La letrada comentó que serán fundamentales las pericias balísticas y la autopsia, para saber si el proyectil que mató al adolescente de 16 años salió del arma de un policía.
“Todos declararon y colaboraron con la investigación. Estas personas habrían estado arrebatando, y los policías los persiguieron”, agregó Jorrat. Los sospechosos, según esa versión, habrían disparado contra el personal del 911, quienes respondieron realizando un tiro al aire.
“Lo hicieron para evitar un enfrentamiento. El disparo al aire fue de prevención, porque en ese momento había mucha gente en la calle y había que evitar una situación más grave”, dijo la abogada.
Luego, los sospechosos se habrían dado a la fuga. “No puedo comentar nada más. No hay informes médicos aún incorporados al expediente. Son necesarias la autopsia y las pericias balísticas. Los policías no se abstuvieron de declarar porque están seguros de su inocencia, y contaron lo que pasó”, concluyó Jorrat. El fiscal Navarro Dávila dispuso el secreto de sumario por 10 días.