Los problemas que se registraron el domingo dividió las aguas en La Ciudadela. Por un lado, los directivos anunciaron que se acabarán las entradas para los barras y, por el otro, los barras (cuyos líderes no estuvieron en el estadio) contraatacaron al contar su versión de los hechos. Los fanáticos insisten en decir que ellos lo único que pretenden es que se respete el acuerdo que se rubricó con anteriores dirigentes. “Pretendíamos que nos entreguen 400 localidades, y ellos nos querían dar 200. Por eso no entramos al estadio”, contó un vocero.
Los barras aclaran que las entradas las reciben las facciones de “La Brava” y “La Banda del Camión”. La mitad son para ellos y sus seguidores y las otras 200, según reconocieron, las venden a un precio menor que el valor oficial. “Con ese dinero se cubren los gastos de compra y mantenimiento de instrumentos: banderas y pirotecnia, entre otros gastos. Los directivos saben que así nadie les pide un peso, para nada”, agregó.
La barra también quedó en la mira porque los directivos sospechan que ellos pretendieron hacer parar el partido como represalia al no recibir entradas. “Esa es otra gran mentira. No estuvieron los líderes de la barra, pero sí su gente y ellos fueron los que hicieron bajar a los que se subieron al alambrado para evitar que ingresen al campo. Si lo hubiéramos querido hacer, con 20 ‘changos’ lo hacíamos”, agregó el vocero.
Este referente de la barra también se quejó de que los directivos traten de vincularlos con el tema de las entradas falsificadas (los aprendidos el domingo declararon ante la Justicia ayer, acusados de tentativa de defraudación, mientras continúa la investigación). “Desde Emilio Luque en adelante pasa lo mismo. Ellos tendrían que ver qué pasa dentro del club para tratar de solucionar esos problemas”, concluyó.