BUENOS AIRES.- Ser subcampeón del Mundo no es cosa de todos los días. Y si bien cuesta digerir que no se consiguió el objetivo máximo, de a pocos los jugadores argentinos se van dando cuenta de que realmente hicieron historia.

El primer encontronazo con la realidad fue al llegar al país. Una multitud los esperó para brindarle calor y apoyo por la conquista. Mientras que luego, parte de su tour obligado fue en el predio que tiene la AFA en Ezeiza, lugar en el que los esperó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Y por la noche llegó el momento de festejar. Allí, todos pudieron descontracturarse y se sacaron una selfie más. Ya en otro contexto y con otra cara. Los argentinos están felices y el equipo también. Eso es lo importante.