Cuando el curso de la vida lleva al hombre a establecerse lejos del hogar donde residen sus afectos, cada oportunidad de regresar cobra un valor imposible de cuantificar. Nicolás Sánchez, al igual que la mayoría de Los Pumas, no duda en pegar la vuelta a su tierra cada vez que puede, aunque por ello tenga que gastar una fracción de su vida en los aeropuertos. Habrá conocido estadios del primer mundo, pero nada se compara con estar en la tribuna del “Héctor Cabrera”, junto a sus amigos de siempre, alentando al “tennis” que alguna vez lo tuvo entre sus filas. Mejor aún: los “benjamines” volvieron a ganar luego de tres fechas y nada menos que en clásico ante Los Tarcos. Un buen regalo para “Cachorro”, que hoy se reintegrará junto a otros seis tucumanos a los entrenamientos del seleccionado nacional, que se prepara para el debut en el Rugby Championship contra Sudáfrica, el sábado 16 de agosto en Pretoria.

“Esta vez no sentí una exigencia tan grande”, confesó el apertura sobre su cuarta vez en esa suerte de colimba de dos semanas que es la preparación física en Pensacola. “Lo que pasa es que la primera vez que fui, venía de dos meses sin jugar, y en la segunda arrastraba una lesión de tobillo. Ahora estaba bien y venía de jugar la ventana de junio”, explicó el tucumano, agradecido por la integración de ejercicios de técnica entre tantos fierros. Al fin y al cabo, es en la destreza en la que las potencias hacen la diferencia.

“Es un buen punto de partida para comenzar a transitar un nuevo camino. La obtención fue lo que nos faltó, y jugando a este nivel, así se hace difícil ser ofensivo. Además, necesitamos fortalecernos en lo mental, porque venimos de tres derrotas en junio en, en partidos que pudimos haber ganado. Sobre todo frente a Escocia. No es un buen momento”, sostuvo.

“Es un poco difícil hablar directamente del futuro del equipo. Primero están los dos partidos de preparación, contra Grenoble. Ahí se verá en qué lugar estamos realmente”, concluyó “Cachorro”.