Domínguez, de campaña .- El diputado y precandidato presidencial Julián Domínguez fue el que más entrevistas brindó ayer. Además, después de los actos, el kirchnerista se quedó en la plaza para sacarse fotos con militantes y recibir pedidos. Antonio Ponce, un vecino del barrio 1 de Mayo, se arrodilló ante él con un crucifijo en las manos. Domínguez, sorprendido, lo levantó. El hombre pedía ayuda económica para atender las necesidades de un hijo y un nieto discapacitados.

Churros y empanadas a granel.- El frío y el horario del acto despertaron el apetito de los asistentes a los actos. Los vendedores de empanadas y de churros estuvieron de parabienes. Mirtha, empleada de un quiosco que vende empanadas en el Paseo de la Independencia, detalló que habían preparado 1.000 unidades de pollo y carne, las más requeridas.

Las remeras de Cristina, agotadas.- Cristian, un comerciante de Buenos Aires, trajo 300 remeras para vender entre militantes. “Las de Cristina se agotaron. Después pidieron muchas de Néstor también”, afirmó.

Pulgares arriba y abajo para Boudou.- Las opiniones de los turistas que estaban cerca de la plaza Independencia respecto de la situación del vicepresidente, Amado Boudou, estuvieron divididas. Silvia Bonaldi, una jubilada de Río Tercero (Córdoba), consideró que por su responsabilidad institucional tuvo que encabezar los actos. “La Justicia es la que dirá”, manifestó envuelta en una bandera argentina. Elia, su compañera de viaje, consideró que el funcionario no debería haber venido. Era la primera vez que ambas participaban de un acto político. “Estamos sorprendidas por todo lo que pasa”, aseguraron a coro.

¿“Pepe” Ramos es Superman?- El concejal alperovichista José “Pepe” Ramos caminó junto a las columnas de militantes hasta llegar a la plaza Independencia. Luego ingresó a su vehículo para cambiarse de ropa y se puso saco y corbata. En sólo 30 segundos salió con vestuario nuevo “a lo Superman”.