BELO HORIZONTE, Brasil.- Como una ametralladora, cada uno de los cinco goles anotados en apenas 30 minutos impactaron en el alma y en la ilusión de los hinchas brasileños. Tristeza, lágrimas, desazón y bronca se divisaban en los rostros de los hinchas, que no podían creer la goleada que estaba recibiendo su seleccionado en la semifinal del Mundial organizado en su propia casa.