BELO HORIZONTE.- En este Mundial, nada está dicho hasta que finalmente se lo dice. Apresurarse a sentenciar la suerte de un resultado, un equipo y hasta de un jugador, puede ser un error caro. Cuando todos parecían despedir a Ángel Di María del Mundial, el médico de la Selección, brindó el parte oficial y si bien lo descartó para el partido del miércoles con Holanda, no pudo decir lo mismo de una hipotética final.

“Los estudios confirmaron que el futbolista tiene una lesión de grado uno en el recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha, una de las más leves lesiones musculares”, explicó el médico Daniel Martínez, en conferencia de prensa, luego de la práctica vespertina.

“Tenemos todo lo necesario para que Ángel se recupere lo más pronto posible. Por supuesto, no va a jugar contra Holanda, pero después se evaluará su progreso día a día y no se descarta que llegue al último partido”, amplió Martínez, desestimando los rumores de que “Fideo” le decía adiós a la competencia.

La lección debería haber sido aprendida con Sergio Agüero, quien padeció la misma lesión ante Nigeria (25 de junio) y ayer completó su tercera práctica de fútbol. “Ya está para jugar. Igual esperamos que siga mejorando de aquí al miércoles”, confirmó.

Más allá de cada cuerpo es distinto, entre ocho y 10 días fueron los que le tomaron al “Kun” llegar a cierta plenitud tras su desgarro. Si pensamos en Di María, tendrá otros ocho hasta una potencial final, el 13 de julio en el Maracaná.

Un poco más allá del diagnóstico y el proceso de recuperación fue el diario Marca, cuya teoría es un tratamiento con células madre sobre la zona lesionada para que Di María llegue a ese séptimo partido. (Especial-Télam-DPA)

¿Quién debería reemplazar a Di María?