Esperaban encontrar alguna pista relacionada con el crimen de Vanina Bellier en las grabaciones de dos cámaras de seguridad. Pero los investigadores se quedaron sorprendidos cuando, luego de analizarlas detalladamente, no pudieron divisar ni a la víctima ni a ninguna otra situación extraña.

La joven estudiante de enfermería, que tenía 24 años, fue asesinada el jueves a la noche cuando regresaba a su casa en moto junto a su novio Jesús Lizárraga. Según le dijo el joven a la Policía, fueron interceptados por dos o tres hombres (no pudo precisar cuántos) mientras circulaban por avenida Avellaneda y pasaje Ibatín de Banda del Río Salí. Los delincuentes -de acuerdo a ese relato- intentaron robarles la moto y Lizárraga aceleró para evitar que se la quitaran. En ese instante, le habrían disparado a Vanina. La bala entró por el costado izquierdo del abdomen de la joven, que murió una hora después en el hospital Centro de Salud.

El fiscal de la IV Nominación, Diego López Ávila, ordenó que personal de la división Homicidios de la Policía, a cargo de los comisarios Luis Núñez y Marcelo Sallas, se hiciera cargo de la investigación. Fuentes de la pesquisa comentaron que la primera medida fue entrevistar al círculo cercano de la víctima. Hasta ayer, el único que no había sido indagado era Lizárraga debido a que el joven argumentó que sufría una crisis nerviosa y se encontraba en estado de shock.

No la encontraron
Por orden del fiscal López Ávila, los policías solicitaron las grabaciones de dos cámaras del Ministerio de Seguridad Ciudadana ubicadas en los alrededores del lugar del hecho. Los investigadores analizaron de manera detallada cada segundo de esos videos y no consiguieron ver a Vanina, ni a su novio, ni la moto en la que se desplazaban. Tampoco observaron -agregaron las fuentes- ninguna situación particular que indicara que algo extraño sucedía en ese lugar y en ese momento (el crimen ocurrió pasadas las 22.30). Esas dos cámaras son las más cercanas al lugar del hecho y están ubicadas en la esquina de Independencia y Avellaneda, y en la intersección de San Martín y Guatemala.

Las fuentes explicaron que, a partir de este dato, comenzaron a barajarse otras hipótesis que no necesariamente estarían relacionadas con un intento de robo. No obstante, se negaron a aportar más detalles para no entorpecer la investigación. Mientras tanto, aguardan los resultados de algunas pericias.

Personal de Policía Científica trabajaba ayer en el análisis de dos muestras que tomaron de las manos de Vanina y de su pareja. Ese estudio, denominado dermotest, sirve para determinar si una persona accionó o tuvo contacto con un arma de fuego durante las últimas horas. Según indicaron los investigadores, el fiscal López Ávila iba a recibir anoche esos resultados.

La víctima vivía con su mamá, su abuela y sus tres hermanos. Estudiaba por las tardes y por las mañanas trabajaba como niñera. Fue sepultada ayer en un cementerio privado de Alderetes.