BERLÍN.- Nuevo capítulo en el escándalo del espionaje estadounidense: la Fiscalía investiga a un trabajador de los servicios secretos alemanes por haber espiado presuntamente durante dos años para la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA). Oficialmente sólo se ha confirmado que un alemán de 31 años está siendo investigado por la sospecha de haber sido captado por servicios de inteligencia extranjeros.

De acuerdo a la publicación alemana “Der Spigel”, la Fiscalía general alemana detuvo al trabajador de los servicios secretos (BND) y el jueves un juez confirmó una orden de detención en su contra.

Según este medio y otros como el diario “Süddeutsche Zeitung”, el hombre se habría ofrecido a Estados Unidos como espía a cambio de dinero. El detenido habría confesado todo después de su detención. Está acusado, entre otras cosas, de haber filtrado documentos secretos del Comité de Investigación del Parlamento alemán (Bundestag) encargado de esclarecer desde hace tres meses el escándalo de espionaje de Estados Unidos en suelo alemán, que llegó a interceptar las comunicaciones de la canciller alemana, Angela Merkel.

“La canciller alemana, Angela Merkel, fue informada de esta acusación”, indicó el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, que calificó el asunto como “grave”. Sin embargo, no quiso explicar si trató ese tema durante la conversación telefónica que mantuvo ayer con el presidente estadounidense, Barack Obama. “El gobierno alemán va a esperar a ver el informe final de las investigaciones de la Fiscalía alemana”, afirmó. El gobierno estadounidense se limitó a declarar “sin comentarios” al ser preguntado sobre este nuevo episodio en el espionaje de su país, que ha lastrado las relaciones con las mayor economía de Europa.

De acuerdo al diario más vendido de Alemania, “Bild”, el hombre del BND habría trabajado al menos dos años como “agente doble”. Informó que habría robado 218 documentos secretos del BND y los habría grabado en un pendrive.

En un encuentro con agentes estadounidenses en Austria habría recibido 25.000 euros a cambio de ese pendrive. Entre los documentos vendidos se encontrarían al menos tres del Comité del Bundestag. Presuntamente recibió la transferencia directamente de la embajada de Estados Unidos.

El presidente de la fracción parlamentaria del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Thomas Oppermann, reclamó una explicación incondicional. “Sería un enorme ataque a la libertad del Parlamento y a nuestras instituciones democráticas en su conjunto”, manifestó.

Alemania es uno de los países centrales más afectados por el escándalo del espionaje internacional de la NSA, que al parecer interceptó millones de comunicaciones privadas en el país y realizó escuchas al teléfono móvil de Merkel. El escándalo fue destapado por el ex agente de inteligencia estadounidense Edward Snowden. (DPA)