Por Jorge Neri, DYN

BRASILIA.- Carga una mochila pesada Argentina. De un tiempo a esta parte, llegar a semifinales de un Mundial se transformó en casi una misión imposible. Por eso, todos apuntan a cortar hoy una racha nefasta que persigue a la Selección desde hace 24 años.

Volver significará una frustración, tal cual admitió el entrenador Alejandro Sabella, sobre todo contando con la joya que significa Lionel Messi dentro de un campo. Este parece ser el torneo para todos, sobre todo para él, ya que Rusia 2018 lo encontrará cumpliendo 31 años.

El estadio “Mané Garrincha”, en la escasamente futbolera Brasilia, será el escenario del choque que comenzará a las 13 y será dirigido por el italiano Nicola Rizzoli, el mismo que condujo el partido entre Argentina y Nigeria en el cierre del grupo F.

Los dos equipos llegan con puntaje ideal. Tanto Argentina como Bélgica ganaron los cuatro partidos que jugaron en lo que va del certamen y ambos tuvieron que ir hasta el alargue en la definición de los octavos, evitando los penales con el corazón en la boca. Argentina con un gol de Ángel Di María a tres minutos de la definición desde los once metros, en tanto Bélgica terminó con el arco bombardeado por Estados Unidos, pero manteniendo el 2-1 final.

Sabella confirmó que seguirá manteniendo un esquema móvil de 4-4-2 en defensa a 4-3-3 en ataque, por lo cual Ezequiel Lavezzi volverá a tener una posición flotante. Mientras tanto José María Basanta reemplazará al suspendido Marcos Rojo.

Ayer, Sabella probó a Martín Demichelis en lugar de Federico Fernández, quien viene teniendo bajos rendimientos. Pero no confirmó nada. En tanto, Bélgica llega con su gran arquero, Thibaut Courtois, lesionado en la rodilla izquierda, y con un equipo que además de ganar los cuatro partidos en este Mundial no sabe lo que es perder en la competencia de Eliminatorias. Allí, los “diablos rojos” se hicieron fuertes con ocho triunfos y dos empates.

Los belgas tienen un gran sistetema de ataque; con llegada por arriba y abajo. En lo que va de este Mundial, marcó 6 tantos y todos con jugadores distintos. Eden Hazard es la joya a la que Marc Wilmots le pide juego pero también ayuda para cerrar espacios, lo mismo que quiere Sabella de Messi en lo que aparece también como una lucha de estrategias.

Bélgica en Mundiales apenas arañó un cuarto puesto en 1986, cuando se topó en semifinales con una Argentina liderada por un enorme Diego Maradona. Pero tal como definió Sabella, hoy disfruta de una “generación dorada”, con uno de los mejores arqueros del momento. “No tenemos presión, ya hicimos nuestro torneo, aunque queremos llegar más lejos”, dijo Wilmots, tirándole la presión a su rival.

Pero Argentina está acostumbrada a esas presiones; por eso es la candidata a quedarse con el pasaje a semifinales y dejar atrás años de sinsabores.