“Esta es la tercera vez que José Luis Lozano viene al Estudio de danza Bajo Jardín (San Juan 291) a dictar un seminario taller de técnica de perfeccionamiento de danza clásica para estudiantes y bailarines profesionales. Además va a preparar una obra de repertorio, el tercer acto de Don Quijote”, contó Alejandra Deza, que dirige el Estudio junto a Amelia Acosta, mientras esperaba la llegada de Lozano.

“Lo seguimos trayendo por pedido de los estudiantes. Una gran trayectoria lo avala desde sus inicios, en el Argentino de La Plata (pasó en los 80 por el Ballet de Tucumán). Es permanentemente convocado para enseñar en Europa y en Brasil”, agregó Deza.

LA GACETA llegó al estudio justo cuando los bailarines calentaban el cuerpo para la primera clase con Lozano.

“En diez días, son diez clases y los ensayos para ir montando las partes del cuerpo de baile, los solistas y bailarines. Hay que hacer el trabajo en forma ordenada”, dispara el maestro.

Bien recibido
“Los conozco a casi todos; si viene un nuevo bailarín, lo observo y en una clase sé cómo baila, así que cada vez estoy más cómodo. Acá me reciben bien, me cuidan desde los maestros hasta los alumnos”, afirma.

Maestro, coreógrafo y bailarín retirado el Teatro Argentino de La Plata, Lozano trabaja más que nunca: en Buenos Aires da clases a profesionales y a varones. Y ahora viene de Brasil, de integrar el jurado en un festival internacional en Goiania, y de preparar a los primeros bailarines en una gala de ese festival.

“La docencia es una vocación que amo, desde los 24 años. Comencé en el 84 en el ballet de Liliana Belfiore y desde entonces el trabajo docente me marca- reconoce-. Aparte de la vocación están el estudio permanente, el oficio y la práctica. No es solo la vocación ni solo el talento o el estudio; es una mezcla, y el amor por la danza por sobre todo...”

Sobre el show televisivo donde compiten bailarines profesionales con legos, Lozano opina que no le aporta nada al arte de la danza. “Es un espectáculo, una elección del público. No es mi mettier. Yo no me involucro, no veo el programa y no participo de los comentarios”.

Arte puro
“El arte del ballet clásico va a vivir siempre. Lo difícil es hacerlo y aggiornarlo, que no significa hacerlo contemporáneo sino actualizarlo en el lenguaje. Hoy en día por la web te enterás de lo que pasa hasta en China al instante. Eso es bueno porque califica para la competencia, para medirse con el otro. Pero la globalización en la danza hay que saber cómo dosificarla para que no se intoxiquen los principiantes... porque este no es un arte de ver sino que se practica. Ante todo, creo en la calidad, en el estudio y en la perseverancia”.