Don Clemente Mariano de Zavaleta, quien fue gobernador de Tucumán en 1822, era propietario de la estancia hoy denominada El Churqui, en Tafí del Valle. Su madre, la porteña María Agustina de Inda, era tía política del famoso alcalde Martín de Álzaga. El vínculo de primos relacionó a don Clemente con este personaje. Hicieron negocios, de diversas ventas, entre ellas las de quesos de Tafí.

En carta de 1806, por ejemplo, Álzaga le avisa que “los últimos quesos de usted llegaron días pasados y se vendieron a tres pesos, cuyo importe aun no está cobrado”. En julio del año siguiente, avisaba haberse enterado del envío de quesos “que cargó de su cuenta en la tropa de don José Huergo, y como no ha llegado a mis manos por algún extravío, se servirá usted duplicar, sin perjuicio de estar a la mira, y recoger dichos quesos, si en el entretanto llegase la expresada tropa y cuidar de su enajenación”.

Las cartas de Álzaga a Zavaleta (publicadas por Enrique Wiliams Álzaga en el libro “Martín de Álzaga. Cartas 1806-1807”) tienen numerosas informaciones también sobre la situación reinante a causa de las invasiones inglesas.

Por ejemplo, el 26 de setiembre de 1806 le decía que “la reconquista de esta célebre capital acaecida el 12 del pasado agosto, es un portento tan maravilloso que sólo puede atribuirse a la Alta Providencia del Dios de los Ejércitos que dirigió nuestras huestes, al punto de que causarán la admiración a las naciones, y a aun harán menos asombrosas las hazañas de Bonaparte”. Todos estaban dispuestos “a rechazar millares de enemigos que tengan la tenacidad de quererles invadir de nuevo sus hogares”, lo que incluía “hasta los jóvenes de ocho a doce años”.