Estaba citado a las 11.30, pero llegó poco más de una hora antes a la cita. Sin embargo, Sergio Kaleñuk debió esperar el horario indicado para que le tomaran la muestra de sangre solicitada por el fiscal Diego López Ávila. Esa extracción, sumada a las de otros 10 sospechosos, será enviada mañana a Buenos Aires para compararla con los cabellos encontrados en el cuerpo de Paulina Lebbos, la joven asesinada en 2006.
A diferencia de los dos primeros días en los que se realizó la toma de muestras de ADN, esta vez pudo verse un amplio despliegue policial. Mientras el hijo de Alberto Kaleñuk (el secretario privado del gobernador José Alperovich) estuvo en el Cuerpo Médico Forense, en avenida Independencia y La Rioja, afuera había una veintena de policías, uniformados y de civil. El tráfico estuvo cortado desde media mañana a una cuadra de distancia en los cuatro sentidos del tráfico.
El jueves, cuando se había realizado la extracción de sangre a seis personas, no hubo ningún policía y el acceso al Cuerpo Médico Forense no estuvo vedado para nadie. El viernes ya no dejaron ingresar a la prensa.
Fuentes de la fiscalía comentaron que varios abogados, incluido el representante de Kaleñuk, Fernando Poviña, le habían planteado al fiscal que sus representados no se sentían cómodos al tener que esperar que se les realizara la extracción de sangre entremezclados con los periodistas. Al igual que el viernes, ayer se prohibió que los medios de comunicación ingresaran al interior del Cuerpo Médico Forense. La presencia de Kaleñuk hizo que pasaran desapercibidos el remisero Juan Pedro Cruzado y Roberto Lorenzo Díaz, amigo del novio de Paulina, a quienes también les extrajeron muestras de ADN.
Pasado el mediodía, Poviña salió del edificio y subió a un auto luego de aclarar que no realizaría declaraciones. Alberto Lebbos, el padre de la víctima, esperaba en la esquina. Kaleñuk intentó salir por un portón ubicado sobre calle La Rioja, pero volvió a ingresar.
En medio de todos estos movimientos, alrededor de las 12.30 un auto gris salió a toda velocidad por un portón que da hacia avenida Independencia y cruzó un semáforo en rojo. En el vehículo iba Kaleñuk. Lebbos miró la escena desde la puerta del Cuerpo Médico Forense y no pudo contenerse: “¡Huye como rata!”, gritó.
A Buenos Aires
Mañana viajarán el prosecretario de la Fiscalía de Instrucción de la IV° Nominación, Guillermo Taylor, y la bioquímica forense Sara Daives, para llevar las muestras de sangre al Servicio de Huellas Digitales de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Allí realizará las pericias el genetista Daniel Corach.
Las muestras que se enviarán corresponden a Roberto Gómez y Maximiliano Gallardo (los dos detenidos, acusados de haber tenido el celular de Paulina luego de su desaparición); a Víctor Soto (novio de Paulina); a Luis Olivera (encargado de un camping de El Cadillal), a Juan Pedro Jiménez y su hijo Jorge Hernán Jiménez (vecinos de Soto), a los barrabravas de Atlético Tucumán Gustavo “El Gordo” González y Héctor Guillermo Ramos y a Kaleñuk. Sólo faltaría la sangre de Gabriel Alperovich (hijo del gobernador), quien solicitó que se le fije una nueva fecha de extracción que aún no fue establecida.