Ayer se celebró el día del Papa, en conmemoración de la festividad de San Pedro y San Pablo, ambos mártires de la Iglesia. El Pontífice ofreció una entrevista al rotativo italiano “Il Messaggero” y habló sobre política, corrupción, el rol de las mujeres en la Iglesia, la explotación de los niños y la pobreza.

Expresó que la corrupción es un fenómeno mundial y que el ambiente de la política facilita esto. “No estoy diciendo que todo el mundo es corrupto, pero creo que es difícil mantenerse honesto en la política. Hay jefes de estado encarcelados por esta cuestión”, dijo. Según Francisco el mundo no atraviesa una “época de cambio”, sino “un cambio de época que alimenta la decadencia moral, no solo política, sino también en el ámbito financiero o social”.

La pobreza es cristiana

Cuando le consultaron qué opinaba de que algunos medios lo tildaran de leninista por cuestionar el capitalismo, Francisco dijo que la bandera de los pobres es cristiana y que fueron los comunistas los que la robaron. “La pobreza está en el corazón del Evangelio. Los pobres están en el corazón del Evangelio. Tome Mateo 25, el protocolo sobre el cual seremos juzgados: ‘porque tuve hambre, tuve sed, estuve en la cárcel, estaba enfermo, desnudo’. O mirar las Bienaventuranzas, otra bandera. Los comunistas dicen que la pobreza es comunista. Sí, claro, veinte siglos después”, expresó el Pontífice.

El líder de la Iglesia Católica expresó que siente un profundo dolor cuando hacen sufrir a los niños. No sólo cuando se los obliga a trabajar, sino también cuando se los explota sexualmente. “Una vez escuché que en una calle de Buenos Aires se prostituían niñas de 12 años. Lo confirmé. Pero más me dolió ver cómo vehículos de gran cilindrada conducidos por ancianos se detenían ante las niñas para pagarles 15 pesos que usaban para comprar residuos de droga. Para mí esos ancianos también son pederastas”.

La familia

La cultura del hedonismo -dijo el papa- ha llevado a la sociedad europea a no querer formar una familia. Otra causa, pero secundaria, se debe a la debacle económica que vive el viejo continente y que hace pensar dos veces antes de agrandar la familia. “Es como si Europa se hubiera cansado de ser mamá, y prefiriera hacer de abuela”. Cada vez son más las parejas que prefieren adoptar una mascota, antes que pensar en tener un hijo. “Este es otro fenómeno de la degradación cultural. Esto es porque la relación emocional con animales es más fácil, más programable. Tener un hijo es una cosa compleja”.

Sobre las mujeres en la Iglesia, el Sumo Pontífice expresó que la Iglesia es una mujer (“es una palabra femenina”), pero reconoció que se debe trabajar más en la teología de la mujer y en ese camino se encuentran ahora. “Las mujeres son lo más hermoso que Dios ha hecho”.