RÍO DE JANEIRO, Brasil.- En Brasil están aterrados. Luis Suárez no anda suelto por las calles, no suspendieron al árbitro que les concedió un penal en el partido inaugural, Pelé no admitió que Maradona o Messi son mejores que él; nada de eso. Lo que realmente temen casi 200 millones de almas es que Mick Jagger, cantante de la mítica banda Rolling Stones, vuelva a vestir la camiseta de Brasil para brindarle su apoyo a la Selección nacional.

Hay cuatro antecedentes que alimentan el oscuro mito que protagoniza el legendario músico. El primero de ellos se registró durante Sudáfrica 2010, cuando acompañó al ex presidente Bill Clinton para alentar a Estados Unidos contra Ghana por los octavos de final. El combinado nacional terminó goleado 4-1.

En el mismo Mundial, pero ya en instancia de cuartos y sin equipo que alentar, Jagger decidió asistir al partido Holanda-Brasil vistiendo la camiseta "verdeamarela". ¿El resultado? El pentacampeón quedó eliminado.

Ya en 2014, con una Copa del Mundo fatídica para los equipos europeos, el cantante parece haberse cobrado dos nuevas víctimas, y nada más y nada menos que del Viejo Continente: Inglaterra e Italia. El pasado jueves, media hora antes del inicio del partido, hizo público en Twitter su apoyo al cuadro inglés. "¡Vamos, Inglaterra! ¡Este es el partido que hay que ganar!", escribió. Acto seguido, los "Leones" se despidien del certamen.


Unos días después, durante un show en Roma, el cantante se atrevió a vociferar que los "Azurros" vencerían a los "Charrúas", vistiendo una camiseta del seleccionado italiano. Ya todos sabemos cómo salió ese choque, 1-0 para Uruguay con mordida de Luis Suárez incluida.

Brasil debe jugar mañana con Chile para avanzar a los cuartos de final del Mundial. Mientras tanto, millones de chilenos ruegan que Mick Jagger se ponga la camiseta "verdeamarela" para poder hacer historia.